Los rebeldes sirios que tomaron el poder en Siria hace casi una semana informaron este sábado la creación de “centros de reconciliación” en los que se regularizará la situación de los miembros del depuesto régimen de Bashar Al Assad. La noticia la dio a conocer la Dirección General del Organismo de la Liberación del Levante (HTS), que precisó que se trata de dos instalaciones en la provincia mediterránea de Latakia, al oeste del país.
Los sitios abrirán sus puertas este domingo para brindar a todos los funcionarios de la dictadura “tarjetas temporales” que indiquen el inicio de su proceso.
“Todos los miembros del régimen criminal de Al Assad deberán acudir a los centros mencionados para completar la regularización y recibir la tarjeta temporal a partir del domingo, llevando consigo todos los documentos, equipos y material en su posesión”, mencionó la Dirección en un comunicado y advirtió que quienes “no acudan o proporcionen información falsa o incompleta estarán sujetas a una persecución judicial”.
Los centros están ubicados en Latakia, una zona en la que la rama alauita chiíta -a la que pertenecía la familia Assad- es mayoritaria, por lo que se presume que los convocados son en su mayoría antiguos miembros de los órganos de seguridad, militares y altos funcionarios del régimen.
Desde su llegada al poder, el pasado 8 de diciembre, el HTS ha abogado por un retorno al orden y el pleno respeto de los derechos humanos y de todas las comunidades en Siria. Para ello, creó un Gobierno de transición a cargo del primer ministro Mohamed al Bashir, que trabajará por establecer el curso del país hasta el 1 de marzo entrante.
Entre sus promesas, los rebeldes yihadistas han adelantado que indultarán a “todos” los que formaron parte de la dictadura de las últimas décadas, con excepción de quienes tengan “las manos manchadas de sangre”, como es el caso de “oficiales de seguridad y del Ejército, implicados en la tortura del pueblo sirio y en crímenes de guerra”.
“Todos los que hayan cometido crímenes contra el pueblo sirio serán juzgados conforme las leyes. Se formará un comité jurídico y de Derechos Humanos para examinar la Constitución e introducir enmiendas”, adelantó el portavoz del nuevo Gobierno sirio, Obaida Arnaut, al referirse a las tareas a asumir en los próximos meses.
Por su parte, Al Bashir se comprometió a trabajar por “reconstruir” el país y “unir” a los sirios, en un clima de calma. “Garantizaremos los derechos de toda la población y de todas las confesiones en Siria. Es el momento de que este pueblo disfrute de estabilidad y calma”, dijo en los últimos días con confianza.
La comunidad internacional se mantiene expectante por este cambio en el mando del país que, tras más de una década de guerra civil, está ahora en manos de personas que formaron parte del grupo terrorista Al Qaeda. No obstante, en su mayoría, las naciones se han mostrado abiertas a trabajar con el HTS, siempre y cuando gobiernen en el marco del derecho internacional.
Estados Unidos ya estableció “contacto directo” con la contraparte y con demás actores relevantes, a fin de establecer mecanismos de diálogo fluidos.
“Estamos dispuestos a brindar todo el apoyo necesario a las diversas comunidades y sectores de la población de Siria”, siempre que se trate de “una gobernanza creíble, inclusiva y no sectaria, que cumpla con las normas internacionales”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
(Con información de EFE)