El desarrollo de cazas furtivos por parte de China ha captado la atención internacional, pero según Financial Times, los avances en sus drones de combate representan un área de competencia clave frente a Estados Unidos. Entre estos destaca el Feihong FH-97A, un dron conocido como compañero leal (loyal wingman en inglés), diseñado para acompañar aviones tripulados y capaz de realizar ataques terrestres y aéreos. Este modelo, presentado en noviembre durante el salón aeronáutico de Zhuhai, cuenta con un compartimento de armas mejorado y puede ser lanzado desde portaaviones.
La masiva incorporación de drones en la guerra entre Rusia y Ucrania ha transformado la industria de defensa global, impulsando a los ejércitos a adoptar estas tecnologías. Según los analistas, los “drones wingman” están en el epicentro de la rivalidad tecnológica entre China y Estados Unidos por la supremacía aérea, en un contexto de tensiones crecientes en torno a Taiwán. Beijing ha intensificado sus maniobras en torno a la isla y el mar Meridional.
Ni Lexiong, analista militar con sede en Shanghái, explicó que este tipo de drones serán cruciales en los conflictos futuros: “El futuro de la guerra será una competición entre la tecnología de los drones y la de los antidrones”.
Peter Layton, del think tank Royal United Services Institute, destacó que los wingman permiten a los fabricantes chinos acercarse al nivel de las fuerzas armadas estadounidenses. Según Layton, China ya opera drones de vigilancia que podrían ser usados junto al J-20, su caza furtivo biplaza más antiguo. Sin embargo, aclaró que exhibir prototipos en ferias no equivale a tener operativos plenamente funcionales: ”Los detalles son demasiado escasos para determinar qué país lleva la delantera”.
El FH-97A, fabricado por Aerospace Times Feihong Technology Corp, fue diseñado para combates de alta intensidad y larga duración, según informó la empresa matriz en una publicación de WeChat. El dron podría liderar enjambres de aparatos más pequeños y actuar como copiloto de aviones tripulados. Según Ni, este modelo responde a cuatro tendencias principales en el desarrollo de armas: es no tripulado, miniaturizado, inteligente y sigiloso.
Los drones wingman interesan a numerosos ejércitos, ya que permiten ampliar la fuerza aérea a menor costo que producir cazas tripulados y entrenar pilotos. Por su parte, Estados Unidos avanza en su programa de drones wingman, conocido como Avión de Combate Colaborativo (CCA, por sus siglas en inglés). Según Sash Tusa, analista aeroespacial de Agency Partners, “los wingman son una de las cosas que quieren todas las fuerzas aéreas, todas las grandes compañías. Es una forma de restaurar la escala a medida que los aviones tripulados se vuelven más caros, es una forma de aumentar la cobertura geográficamente y a su vez es una forma de aumentar la carga de armamento”.
Sin embargo, Tusa estima que aún pasarán entre cinco y diez años antes de que esta tecnología esté operativa. La rentabilidad sigue siendo un desafío, aunque considera que Estados Unidos o China serán los primeros en lograrlo.
Layton añadió que, basándose en los prototipos actuales, los drones chinos podrían tener ventaja en ataques terrestres, mientras que Estados Unidos y aliados como Australia —que trabaja con Boeing en el dron Ghost Bat— se enfocan en sensores más que en armamento.
Estados Unidos planea desplegar 150 wingman hacia finales de la década, con un fuerte énfasis en inteligencia artificial, indicó Layton: “Están avanzando bastante rápido”.
James Char, experto en el ejército chino de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, señaló que tanto China como Estados Unidos también desarrollan drones terrestres y marítimos, como los lobos robot chinos, armados con fusiles de asalto y diseñados para operar en enjambres y limpiar playas de fuerzas defensivas.
“Estamos viendo muchos informes sobre lo que estos drones pueden hacer en el campo de batalla”, explicó Char. “Pero de lo que realmente son capaces, nadie está seguro”.