Las autoridades de Turquía solicitaron personalmente a Rusia e Irán no intervenir militarmente en apoyo del ex dictador sirio Bashar Al Assad durante la ofensiva de los rebeldes, a fin de evitar un derramamiento de sangre, dijo este viernes el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan.
El funcionario comentó que para el Gobierno “lo más importante era hablar con los rusos e iraníes para asegurarnos de que no entren militarmente en la ecuación” y, por tanto, realizaron una reunión en la que acercaron su pedido “y lo entendieron”. “Si Al Assad hubiera recibido apoyo (de estos actores), la oposición podría haber logrado la victoria con su determinación, pero habría llevado mucho tiempo y podría haber sido sangriento”, explicó.
El objetivo fue “mantener conversaciones centradas con los dos actores importantes del poder para garantizar la mínima pérdida de vidas”, insistió Fidan.
Rusia e Irán fueron, desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, los principales aliados del régimen, que inclusive permitió la presencia de sus bases y tropas en el país.
Es por ello que, tras el inicio de la ofensiva relámpago de los rebeldes del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham, el pasado 27 de noviembre, muchos temieron que las fuerzas oficialistas pudieran recibir respaldo de Moscú y Teherán. De hecho, inicialmente, ambos extendieron esta oferta al dictador, aunque sus propios problemas (la guerra en Ucrania para Vladimir Putin y el conflicto con Israel para el ayatollah Ali Khamenei) sumados a la debilidad de los oficiales sirios llevó a un colapso más rápido de lo esperado.
Según Fidan, los países se dieron cuenta enseguida de que Al Assad “ya no era alguien en quien invertir” y, por tanto, “ya no tenía sentido” movilizar sus escasos recursos hasta Damasco.
En cambio, los rebeldes yihadistas sí contaron con el respaldo de Ankara -un aliado desde 2016, cuando estaban recluidos en Idlib- que les dio luz verde para su ofensiva y los acompañó a la distancia, sin una intervención directa. “Allanamos el camino para que esto sucediera de manera no cruenta, por medio de negociaciones (...) Nadie los conoce tan bien (al HTS) como nosotros. Queremos una Siria sin terrorismo, que no suponga una amenaza para los países de la región”, comentó el Ministro en medio de las expectativas de la comunidad internacional sobre el futuro del país en manos de este grupo, una antigua rama de los terroristas de Al Qaeda.
En ese sentido, reconoció que es “perfectamente normal” que el mundo tenga sus preocupaciones sobre el HTS pero aseguró que, gracias a su comunicación directa, “nos aseguramos de que tomen medidas” apropiadas. “Han hecho muchos anuncios y la gente ve que van por buen camino. Esto es lo que espera Turquía, que los ha apoyado durante años, y es lo que espera el mundo”, dijo.
Como parte de su confianza al nuevo Gobierno sirio, Fidan sumó que este sábado su Embajada en Damasco reabrirá sus puertas, tras 12 años de no mantener relaciones diplomáticas por la degradación de las condiciones de seguridad en el país y los roces surgidos de la guerra civil. Su encargado de negocios será el diplomático turco en Mauritana, Burhan Koroglu.
(Con información de AFP y Europa Press)