El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, afirmó este viernes durante una visita a Turquía que sigue siendo “imperativo” combatir al grupo yihadista Estado Islámico en Siria tras la caída de Bashar Al Assad.
“Nuestro país trabajó muy duro y dio mucho durante bastantes años para garantizar la eliminación del califato territorial del Estado Islámico, para asegurarse de que esa amenaza no reaparece”, dijo Blinken en Ankara en una rueda de prensa conjunta con su homólogo turco, Hakan Fidan.
“Y es imperativo que mantengamos esos esfuerzos”, apostilló.
Fidan comentó que Turquía está comprometida con lograr la estabilidad en la vecina Siria e impedir que los yihadistas se refuercen.
“Nuestras prioridades incluyen garantizar la estabilidad de Siria lo antes posible, impedir que el terrorismo gane terreno e impedir que el Estado Islámico y el PKK prevalezcan allí”, explicó Fidan, refiriéndose al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado por Turquía como una organización terrorista.
Blinken llegó el jueves noche a la capital turca, como parte de una nueva gira regional, y se reunió con el presidente Recep Tayyip Erdogan en un salón del aeropuerto de Ankara.
Blinken dijo, por otro lado, que habló con Fidan de los esfuerzos por alcanzar una tregua en la Franja de Gaza entre Israel y Hamas, y pidió a Turquía que use su influencia para animar al movimiento islamista palestino a aceptar un acuerdo.
“Hemos hablado de Gaza, de la oportunidad (...) de lograr un alto el fuego. En las dos últimas semanas he visto señales alentadoras de que eso es posible”, dijo Blinken a la prensa.
Blinken también trató de promover esa tregua en Gaza el jueves al llegar a Jordania, en el inicio de su 12ª visita a Oriente Medio desde que comenzó el conflicto de Gaza el 7 de octubre de 2023, con el ataque sorpresa de Hamas en el sur de Israel.
El nuevo gobierno sirio prometió establecer un “Estado de derecho”
Por su parte, los nuevos dirigentes de Siria prometieron el jueves instaurar un “Estado de derecho” tras años de abusos bajo el gobierno Bashar Al Assad, derrocado en una ofensiva relámpago liderada por islamistas.
Después de una operación de 11 días, una coalición de movimientos rebeldes dominada por el grupo sunita radical Hayat Tahrir al Sham (HTS) tumbó el domingo a Al Assad, que huyó a Rusia.
La comunidad internacional está preocupada por el trato que estos gobernantes puedan dar a las numerosas minorías que viven en Siria y varios países han pedido un gobierno “inclusivo”. Un portavoz del gobierno sirio, Obaida Arnaut, aseguró el jueves a AFP que los nuevos dirigentes quieren instaurar un “Estado de derecho”.
“Todos los que cometieron crímenes contra el pueblo sirio serán juzgados conforme a las leyes”, dijo. El nuevo poder va a “congelar la Constitución y el Parlamento” durante un período de transición, en principio de tres meses, agregó.
“Se formará un comité jurídico y de derechos humanos para examinar la Constitución e introducir enmiendas”, indicó. Preguntado por las libertades personales y religiosas, el portavoz afirmó: “Nosotros respetamos la diversidad cultural y religiosa en Siria”.
(Con información de agencias)