La sede del Banco de la Reserva de la India, el banco central del país, y al menos seis escuelas en la capital india, Nueva Delhi, recibieron amenazas de bomba este viernes, según informaron medios locales y autoridades.
La amenaza contra el Banco de la Reserva fue enviada por correo electrónico en ruso, advirtiendo sobre un supuesto atentado explosivo, según confirmó la Policía de Bombay a la agencia de noticias ANI.
Mientras tanto, en Nueva Delhi, seis centros educativos interrumpieron sus actividades después de recibir correos similares, apenas cuatro días después de que trece colegios fueran evacuados por avisos que resultaron ser falsos.
El director del Servicio de Bomberos de Nueva Delhi, Atul Garg, le confirmó a la agencia EFE que los avisos recibidos este viernes en las escuelas están siendo investigados, mientras las actividades académicas permanecen suspendidas.
Como medida de precaución, las fuerzas de seguridad desplegaron equipos especializados para determinar la veracidad de las amenazas. Este tipo de incidentes se volvió frecuente en India, afectando no solo a escuelas, sino también a infraestructuras clave como hospitales, aviones y bancos.
A finales de octubre, una oleada de falsas amenazas de bomba paralizó el tráfico aéreo en el país, con más de un centenar de aeronaves alterando sus planes de vuelo en solo una semana.
En su perfil oficial en la red social X, el ex alcalde de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, expresó su preocupación por la repetición de estas amenazas: “Por segunda vez esta semana, las escuelas de Delhi han recibido amenazas de bomba, lo cual es muy grave y preocupante. Si esto continúa, ¿qué pasará con los niños y sus estudios?”.
La persistencia de estos incidentes en una ciudad con casi 30 millones de habitantes comenzó a generar críticas hacia las autoridades locales y podría convertirse en un tema clave de debate en las próximas elecciones a la Asamblea Legislativa de Delhi, previstas para los primeros meses de 2025.
En mayo pasado, más de un centenar de escuelas en Nueva Delhi recibieron amenazas similares, lo que provocó alarma generalizada en la capital india. A pesar de que la mayoría de los avisos resultan ser falsos, generan caos, paralizan servicios y exigen la movilización de recursos de seguridad.
La policía india y las autoridades de seguridad intensificaron sus esfuerzos para rastrear el origen de los correos amenazantes y garantizar la seguridad en las instituciones afectadas.
Hasta ahora, no se reportaron explosivos reales en los lugares evacuados. Sin embargo, el creciente número de incidentes pone en evidencia los desafíos de mantener la seguridad en un país con infraestructura crítica y una población masiva.
(Con información de EFE)