El canciller de Alemania, Olaf Scholz, solicitó el miércoles al Parlamento la celebración de una moción de confianza el 16 de diciembre, abriendo la vía a la celebración de unas elecciones federales anticipadas el año que viene, tras la ruptura de su coalición el mes pasado.
La formulación de políticas en la mayor economía de Europa se ha paralizado en gran medida desde la implosión de la coalición de Scholz, formada por socialdemócratas (SPD), verdes y neoliberales (FDP), que le ha dejado al frente de un Gobierno en minoría.
Si, como se espera, Scholz pierde la votación, deberá pedir al presidente que disuelva el Parlamento, dando paso a unas nuevas elecciones. Scholz acordó con la oposición celebrar los comicios el 23 de febrero.
“En una democracia, son los votantes quienes determinan el curso de la política futura”, dijo Scholz en una breve declaración a los periodistas. “En las elecciones decidirán cómo respondemos a las grandes preguntas que se nos plantean. Tengamos la confianza de invertir vigorosamente en nuestro futuro como país fuerte”.
Scholz instó a los legisladores a trabajar juntos en la ventana que queda antes de las elecciones para aprobar las medidas que siguen en la agenda.
Entre ellas, el mantenimiento de la limitación de los precios de la electricidad para ayudar a la industria alemana en dificultades, así como la lucha contra el lastre fiscal y el aumento de las prestaciones por hijo a cargo.
“Se trata de unas pocas pero muy importantes decisiones que no pueden retrasarse en absoluto”, dijo Scholz en Berlín poco después de presentar al Parlamento una solicitud de voto de confianza,
La semana pasada, el primer ministro francés Michel Barnier perdió una moción de censura, lo que subraya el inusual grado de inestabilidad política que asola a las dos principales potencias europeas.
Los sondeos sugieren que la oposición conservadora (CSU) ganará las elecciones federales. Una encuesta publicada el lunes los sitúa con un 31%, seguidos de la ultraderechista Alternativa para Alemania, con un 18%, el SPD de Scholz, con un 17%, y los Verdes, con un 13 por ciento.
El FDP y la recién creada Alianza Sahra Wagenknecht se sitúan actualmente por debajo del umbral del 5% para entrar en el Parlamento, pero los analistas afirman que los votantes pueden cambiar con rapidez, ya que son menos fieles que antes.
No obstante todo apunta a que la CDU/CSU tendrá que pactar o con el SPD o con Los Verdes -que tienen entre el 10 y el 14%-.
Una coalición con la AfD está descartada para la CDU/CSU y el FPD, considerado como el socio natural del bloque conservador, ya que está por debajo del umbral del 5% en todas las encuestas, con lo que se quedaría sin representación parlamentaria.
Esa constelación obligará a que los partidos se resignen a ciertos compromisos y que determinadas posturas maximalistas que puedan asumirse durante la campaña se muestren después como políticamente no viables.
También quisiera ver la prolongación de los subsidios al billete alemán para los trenes de cercanía.
“Todas esas medidas para una familia normal pueden representar entre 80 y 100 euros al mes”, argumentó el canciller.
Recordó que el dinero para todas esas iniciativas está disponible y que sólo falta la aprobación de la Cámara Baja.
Una aprobación de las medidas mencionadas por Scholz necesitaría una cooperación de la oposición en plena campaña electoral.
(Con información de Reuters y EFE)