Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) alcanzaron este miércoles un acuerdo para imponer una nueva ronda de sanciones contra Rusia, en lo que será el decimoquinto paquete de restricciones desde el inicio de la invasión militar en Ucrania en febrero de 2022. Paralelamente, la administración del presidente Joe Biden en Estados Unidos está considerando medidas adicionales, incluyendo restricciones más severas sobre la industria petrolera rusa.
Sanciones de la Unión Europea
Fuentes diplomáticas confirmaron que el acuerdo entre los 27 embajadores de la UE se adoptará oficialmente el próximo lunes durante la reunión de ministros de Exteriores del bloque. Según la Presidencia húngara del Consejo de la UE, el nuevo paquete ampliará la “lista negra” con más nombres de personas y entidades rusas, además de incluir sanciones a empresas de terceros países que brindan apoyo militar a Moscú.
Entre las medidas destacadas se encuentran nuevos esfuerzos por detener el comercio ilícito de mercancías mediante la denominada “flota en la sombra”, integrada por buques que transportan productos prohibidos hacia Rusia para apoyar su esfuerzo de guerra.
Desde el inicio de la invasión a gran escala, la UE ha adoptado un amplio conjunto de sanciones sin precedentes que han reducido significativamente las relaciones comerciales y políticas con Moscú.
Estas restricciones incluyen prohibiciones sobre comercio, finanzas, tecnología, bienes de doble uso, industria, transporte y artículos de lujo. Además, se mantiene un veto a la importación de petróleo ruso transportado por vía marítima y ciertos productos derivados del crudo, así como la exclusión de varios bancos rusos del sistema SWIFT.
Asimismo, el bloque ha suspendido las actividades de medios de comunicación rusos vinculados al Kremlin, incluyendo la revocación de licencias de radiodifusión en Europa.
En el plano personal, la UE mantiene a cerca de 2.000 individuos y entidades en su ‘lista negra’, acusados de estar implicados en ataques contra la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania. Entre ellos se encuentra el presidente ruso Vladimir Putin, así como miembros de su círculo político, familiar y empresarial cercano.
Estrategia de Estados Unidos
De manera paralela, el gobierno de Estados Unidos está evaluando endurecer las restricciones a la industria petrolera rusa. Fuentes anónimas cercanas a la administración indicaron que se están estudiando nuevas medidas para limitar las exportaciones de crudo ruso.
Estas restricciones, que podrían afectar a compradores extranjeros, buscan recortar los ingresos del Kremlin provenientes de la energía, principal fuente de financiamiento de su esfuerzo bélico.
El cambio de enfoque en Washington responde, en parte, a un contexto internacional de precios bajos del petróleo debido al exceso de oferta global, así como a preocupaciones sobre el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Existe el temor de que el ex mandatario, conocido por su postura menos agresiva hacia Moscú, fuerce a Ucrania a aceptar un acuerdo rápido que favorezca los intereses rusos.
Estados Unidos ya prohíbe las importaciones de petróleo ruso, pero estas nuevas medidas apuntarían a sancionar a países como India y China, que son grandes consumidores de crudo ruso. No obstante, tal medida implica riesgos geopolíticos significativos.
Hasta el momento, ni el Consejo de Seguridad Nacional ni el Departamento del Tesoro de Estados Unidos han emitido comentarios oficiales sobre las deliberaciones. Sin embargo, se espera que Washington anuncie sus restricciones en las próximas semanas.
Estas acciones refuerzan las sanciones económicas más severas impuestas contra un país en la historia reciente, con el objetivo de aislar a Rusia económicamente y presionar para el fin de la guerra en Ucrania, que ya se extiende por más de dos años.
(Con información de Europa Press/ Bloomberg)