La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles con una abrumadora mayoría una nueva resolución que exige el cese inmediato de la guerra en Gaza.
Con 158 votos a favor, nueve rechazos y 13 abstenciones, los miembros del organismo instaron a Israel y Hamas a adoptar “un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente”, a liberar de forma “inmediata e incondicional a todos los rehenes”, a garantizar “el acceso inmediato de la población civil a los servicios básicos” y a emprender esfuerzos para facilitar “la entrada plena, rápida, segura y sin trabas de la asistencia humanitaria a gran escala” en el enclave, especialmente en el asediado norte.
Asimismo, el texto veló por el bienestar de quienes están “fuera de combate” y “los bienes de carácter civil” y pidió el pleno respeto del Derecho Internacional.
Poco después, el organismo consiguió el respaldo -con 159 votos a favor, 11 abstenciones y nueve rechazos- de otra iniciativa referente a la Franja, esta vez en lo que respecta a la interrupción o suspensión de las tareas de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA), que el organismo considera la “columna vertebral” de la ayuda que se brinda a los civiles allí.
El pasado 28 de julio, la Knesset aprobó una polémica ley que prohíbe toda actividad de la Agencia en Israel y en los territorios palestinos. Ante esto, la ONU presentó una resolución en la que advirtió que su implementación “tendría graves consecuencias humanitarias para millones de refugiados en Palestina” y que ninguna otra organización “puede reemplazar o sustituir” su accionar.
Así, los firmantes del texto “deploran que se haya atentado contra la inviolabilidad de las instalaciones de Naciones Unidas” y exigen el respeto al mandato de la UNRWA en el territorio, así como de “sus privilegios e inmunidades”, y piden tomar acciones “inmediatas para que sus operaciones puedan llevarse a cabo sin impedimentos”.
“Gaza ya no existe, está destruida” y “La historia es la más dura crítica de la inacción”, fueron algunos de los argumentos presentados por los representantes de países que votaron en favor de las resoluciones y que apoyaron, así, una pronta resolución del conflicto.
La iniciativa, sin embargo, se topó con la resistencia de Argentina, Israel y Estados Unidos que, inclusive, se valió de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para proteger a su aliado.
Robert Wood, el embajador de la Casa Blanca ante Naciones Unidas, explicó que su decisión se basó en que dar curso al pedido sería “vergonzoso y erróneo” dada la postura del grupo terrorista, que ve pocos incentivos en lo que respecta a la liberación de los secuestrados.
Por su parte, el enviado israelí, Danny Danon, sostuvo previo a la votación que “las resoluciones presentadas hoy ante la Asamblea están fuera de toda lógica” y denunció que lo de este miércoles “no es un voto a favor de la compasión, sino que es un voto a favor de la complicidad”.
La ONU lleva meses aprobando textos que exigen el cese inmediato de los combates en la Franja, el ingreso de ayuda humanitaria para los gazatíes y el regreso a casa de los rehenes, aunque ninguno de ellos son de carácter vinculante, sino más bien simbólicos. El primero de ellos fue en octubre de 2023, a poco de iniciarse la guerra, y otros dos le siguieron meses después.
Sin embargo, las propuestas siempre se enfrentaron con el rechazo de Washington, uno de los principales aliados de Tel Aviv, que envía así una señal a la comunidad internacional y, más precisamente, al régimen iraní, que respalda el accionar de los grupos terroristas regionales, como lo son Hamas, Hezbollah, los hutíes de Yemen y la Yihad Palestina, entre otros.
(Con información de AFP, Europa Press y Reuters)