El Gobierno de Estados Unidos afirmó este martes que no tiene planes inmediatos para reabrir su embajada en Damasco, tras la reciente toma del poder en Siria por parte del grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS).
“No es algo que tengamos planes inmediatos de hacer”, declaró Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, al referirse a la posibilidad de reabrir la misión diplomática en Siria.
Miller subrayó que Estados Unidos está dispuesto a reconocer un nuevo gobierno sirio si este cumple con ciertas condiciones.
“La apertura de una embajada es el tipo de paso que seguiría a ese reconocimiento,” añadió.
El portavoz explicó que Estados Unidos no reconoce a HTS como gobierno legítimo, a pesar de los recientes avances del grupo yihadista, que incluyen la toma de “resortes del poder” y los esfuerzos por designar un primer ministro interino.
“Esto no es algo que vaya a suceder de la noche a la mañana. Tiene que ser un proceso dirigido por Siria que se desarrolle en las próximas semanas,” enfatizó Miller. Además, reiteró que cualquier transición política debe garantizar estándares de transparencia, derechos civiles y protección para las minorías.
En una conferencia de prensa anterior, Miller admitió que HTS es uno de los grupos clave con los que Estados Unidos buscaría mantener conversaciones. Sin embargo, dejó claro que el país no tiene intención de retirar a la organización de su lista de grupos terroristas.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que la Casa Blanca reconocerá y respaldará al futuro Gobierno de Siria únicamente si este es elegido de manera transparente, inclusiva y en conformidad con las normas internacionales.
“Estamos dispuestos a brindar todo el apoyo necesario a las diversas comunidades y sectores de la población de Siria”, declaró Blinken, dejando claro que la condición indispensable es que el nuevo gobierno sea “creíble, inclusivo y no sectario”.
Subrayó que el pueblo sirio deberá decidir su futuro sin interferencias externas, por lo que pidió un compromiso global para garantizar un proceso inclusivo y transparente.
El funcionario estadounidense detalló que las futuras autoridades sirias deberán respetar y proteger los derechos de las minorías, facilitar el flujo de asistencia humanitaria, impedir que Siria se convierta en un refugio para el terrorismo y eliminar cualquier vestigio de armas químicas o biológicas.
Blinken advirtió que si el cambio de régimen resulta en “la sustitución de un tirano por otro”, el país perderá una “oportunidad histórica” para avanzar hacia la estabilidad y el desarrollo.
Es importante mencionar que, el Consejo de Ministros sirio anunció a principio de la semana que Mohamed Al Bashir será el primer ministro interino durante la transición, cargo que ocupará hasta el 1 de marzo de 2024.
Aunque los detalles sobre su nombramiento son limitados, Washington mantiene una postura de vigilancia y optimismo moderado frente a los acontecimientos en curso.
(Con información de EFE y Europa Press)