El primer ministro del Gobierno de transición de Siria, el islamista Mohamed al Bashir, afirmó este miércoles que el nuevo Ejecutivo tras la caída de Bashar al Assad no tiene “problemas con ningún estado, partido o secta” que se haya distanciado del “régimen sanguinario” e instó a los sirios que se han refugiado en el extranjero que regresen a su patria tras la destitución del dictador.
En una entrevista al diario italiano Corriere della Sera, la primera a un medio occidental, Al Bashir ha trazado un ambicioso plan de reconstrucción nacional, prometiendo un futuro de justicia y esperanza para un país devastado por más de una década de guerra civil.
Al Bashir, un tecnócrata de 42 años proveniente de la provincia de Idlib y considerado un moderado, no ocultó los desafíos monumentales que enfrenta su gobierno interino. “El desafío es ciclópeo”, admitió. “Tenemos casas vacías, una economía destrozada y un país que necesita reconstruirse desde cero”.
La situación financiera del país es crítica. “En las arcas solo hay libras sirias, que no valen casi nada. Un dólar estadounidense compra 35.000 de nuestra moneda”, reveló. Sin reservas extranjeras y con una deuda considerable, al-Bashir ve la reconstrucción como un proceso largo pero necesario.
Entre sus prioridades principales destacan tres objetivos estratégicos. “Primero, restaurar la seguridad y estabilidad en todas las ciudades sirias. La gente está agotada por la injusticia y la tiranía”, señaló. En segundo lugar, planea repatriar a millones de refugiados sirios: “Necesitamos su capital humano y experiencia para reactivar el país”.
También hizo un llamamiento a los refugiados: “Siria es ahora un país libre que ha recuperado su orgullo y dignidad. Vuelvan. Necesitamos reconstruir y necesitamos la ayuda de todos”.
Consciente de la percepción internacional sobre los grupos rebeldes con antecedentes yihadistas, al-Bashir abordó frontalmente las preocupaciones sobre extremismo. “Las acciones equivocadas de ciertos grupos islamistas han llevado a muchas personas, especialmente en Occidente, a asociar a los musulmanes con el terrorismo”, declaró. “Precisamente porque somos islámicos, garantizaremos los derechos de todas las personas y comunidades en Siria”.
Sobre la futura constitución, fue intencionalmente ambiguo, limitándose a decir que “con la voluntad de Dios, aclararemos todos estos detalles durante el proceso constitucional”.
Su gobierno transitorio, que gobernará hasta marzo de 2025, ha iniciado ya acciones contundentes, incluyendo una lista de 160 personas acusadas de crímenes de guerra durante el régimen de Assad, a quienes prometen juzgar “según las leyes sirias actuales”.
Al-Bashir mostró apertura diplomática, indicando que no tienen “problemas con ningún estado, partido o secta” que se haya distanciado del “régimen sanguinario” de Assad.
La entrevista con Al Jazeera
El martes Al Bashir también había prometido que su gobierno tenderá la mano a “todos” excepto a aquellos que las tengan “manchadas de sangre de los sirios”.
“Tendemos la mano a todos, excepto a aquellos cuyas manos están manchadas de sangre de los sirios”, dijo Al Bashir en una entrevista con la cadena de televisión privada catarí Al Jazeera, donde apareció flanqueado por la nueva bandera de Siria (tres franjas horizontales, verde, blanca y negra, con tres estrellas rojas en la franja blanca) y la de la alianza islamista rebelde Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham, en árabe, HTS).
Al Bashir indicó que Siria necesita a los profesionales y tecnócratas para garantizar el correcto funcionamiento de las instituciones del Estado tras el derrocamiento del anterior Gobierno de Al Asad, que se aferró al poder durante los pasados 24 años.
“Siria tiene a personas con grandes potenciales, pero el régimen corrupto oprimió a estos profesionales en las prisiones”, indicó Al Bashir, que hasta ahora ejercía como jefe del Gobierno de Salvación, la rama civil de HTS que administraba la provincia de Idlib, el principal bastión opositor a Al Asad.
Asimismo, recordó que el Mando de Operaciones Militares -la coalición de facciones insurgentes que realizaron la ofensiva de apenas una semana que logró tomar Damasco el pasado domingo- le asignó la tarea de dirigir las instituciones estatales “hasta el primero de marzo próximo”.
De hecho, Al Bashir encabezó el martes la primera sesión de su gabinete, que se centró en la necesidad de “recibir archivos y datos de las instituciones del régimen derrocado” con el fin de “poner en marcha el trabajo durante el periodo de transición hasta que se redacte la Constitución para que los servicios no se suspendan”.
“Algunos ministros seguirán en sus puestos, como los de Justicia, Dotaciones e Interior, y hay nuevos ministros en el Gobierno de Salvación que no existían en el antiguo régimen. Se van a elegir figuras adecuadas en el próximo periodo”, dijo a Al Jazeera.
En este sentido, dijo que “la transición del poder se realizó pagando la sangre a manos de este régimen criminal”, mientras que reafirmó que “la transferencia de los archivos de servicio al Gobierno interino fue fluida”.
“Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores de las instituciones para que vuelvan a sus trabajos, para seguir proporcionando los servicios al pueblo sirio que se sacrificó mucho durante años. Ahora es el momento para que este pueblo disfrute de estabilidad y calma”, indicó.