El grupo terrorista libanés Hezbollah declaró su apoyo al régimen de Bashar al Assad contra la ofensiva rebelde en Siria

“Estaremos junto a Siria para detener esta agresión”, afirmó el líder extremista Naim Qasem

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El líder de Hezbollah, el jeque Naim Qasem (REUTERS/Mohamed Azakir)

El secretario general del grupo terrorista libanés Hezbollah, Naim Qasem, aseguró este jueves que su milicia estará del lado del régimen sirio de Bashar al Assad para “frustrar los objetivos” de la ofensiva rebelde iniciada el pasado 27 de noviembre que logró apoderarse de dos importantes ciudades en el noroeste del país.

“La agresión en Siria está patrocinada por Estados Unidos e Israel. Estos grupos ‘takfiríes’ (extremistas) son herramientas que están utilizando para tratar de destruir Siria. Estaremos junto a Siria para detener esta agresión”, indicó el líder de Hezbollah en un discurso televisado, sin concretar de qué forma se incorporaría al conflicto.

Hezbollah, milicia chiíta respaldada por el régimen de Irán, es uno de los grandes aliados de Al Assad y ha participado junto al Ejército sirio y milicias iraníes en las diferentes ofensivas lanzadas durante los últimos 13 años de guerra contra las facciones opositoras.

La formación armada libanesa tuvo un papel relevante en la batalla para dominar la ciudad de Alepo, que se produjo entre 2012 y 2016, lo que provocó la destrucción de la ciudad que era el corazón del tejido industrial del país. Pero la participación actual del grupo está en cuestión por las pérdidas que ha sufrido durante la guerra con Israel en el Líbano durante más de un año y ahora en un impás tras la tregua anunciada el pasado miércoles en el país.

En su discurso de este jueves, Qasem condenó a los “grupos terroristas” que “quieren derrocar el régimen en Siria”. Y remarcó: “Estaremos, como Hezbollah, junto a Siria para frustrar los objetivos de la agresión contra ella (...) Sepan que toda victoria de Israel es una pérdida para ustedes y no una pérdida para Palestina, Siria y el Líbano y se reflejará en sus países”.

Rebeldes sirios celebran arriba de
Rebeldes sirios celebran arriba de un tanque de guerra del ejército sirio en el poblado de Maarat al-Numan, al suroeste de Alepo, Siria, el sábado 30 de noviembre de 2024 (AP Foto/Omar Albam)

La coalición insurgente liderada por el yihadista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe) lanzó la ofensiva junto a rebeldes respaldados por Turquía el pasado 27 de noviembre y desde entonces han capturado un gran número de poblaciones. El pasado viernes dominó la ciudad de Alepo en tan sólo dos días de contienda, mientras que este jueves ha controlado la ciudad de Hama, en el centro de Siria.

Hama se sitúa en el eje que conduce a Homs, en el centro, y a la capital Damasco, que son ahora las dos únicas grandes ciudades en manos del régimen de Al Assad, cada vez más debilitado por esta ofensiva. En Homs, parte de los habitantes empezaron a huir hacia Damasco o hacia el litoral mediterráneo, ante la posible caída de la ciudad en manos rebeldes, según relaton algunos residentes a la agencia de noticias AFP.

El jefe de HTS, Abu Mohamed al Jolani, prometió en un mensaje de video que no habría ninguna “venganza” en Hama. Según Jolani, sus combatientes entraron a la ciudad “para cerrar la herida abierta hace 40 años”. Hama, cuarta ciudad de Siria, fue escenario en 1982 de una masacre cometida por el ejército del régimen del padre de Bashar al Asad al reprimir una insurrección de los Hermanos Musulmanes.

“Fracaso colectivo”

El ejército sirio reconoció en un comunicado que había perdido el control de Hama y que sus fuerzas se habían “redesplegado fuera de la ciudad”. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), “más de 200 vehículos militares” del ejército salieron de Hama hacia Homs y las fuerzas gubernamentales también se retiraron de otras dos ciudades de la zona, una de ellas en la carretera que conecta Hama y Homs.

La agencia oficial siria Sana indicó que la defensa antiaérea había derribado dos drones “enemigos” en Damasco, sin aportar más detalles.

El dictador sirio Bashar al
El dictador sirio Bashar al Assad se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, en Damasco el 1 de diciembre de 2024 (SANA/REUTERS)

Los enfrentamientos desencadenados desde el inicio de la ofensiva rebelde son los primeros de esta magnitud desde 2020 en Siria, donde en 2011 estalló una devastadora guerra civil que dejó medio millón de muertos. El país está dividido en varias zonas de influencia, donde los beligerantes cuentan con el apoyo de diversas potencias extranjeras.

Desde el inicio de la ofensiva rebelde el 27 de noviembre, los combates y bombardeos han dejado 826 muertos, entre ellos 111 civiles, según el OSDH, oenegé con sede en Reino Unido pero que dispone de una amplia red de informadores en Siria.

El secretario general de la ONU, António Guterres, exigió poner fin a la “masacre” en Siria, fruto de un “fracaso colectivo crónico” a la hora de lograr una solución política al conflicto.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país es un importante apoyo de los rebeldes, instó a Bashar al Assad a encontrar “urgentemente” una “solución política”.

Irán y Rusia, principales aliados del régimen sirio, mantienen un “contacto estrecho” con Turquía, según la diplomacia rusa.

Con el apoyo militar de Rusia, de Irán y Hezbollah, el régimen recuperó gran parte del país en 2015 y en 2016 la totalidad de Alepo, cuya parte oriental había sido tomada por los rebeldes en 2012.

(Con información de AFP, EFE y Reuters)

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