El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se encuentra en medio de una grave crisis política tras su intento fallido de imponer una ley marcial en el país. A pesar de haber retirado la medida en un lapso de pocas horas debido a la fuerte oposición del Parlamento y de miles de manifestantes, su acción desató un llamado inmediato a su destitución.
El Partido Democrático, la principal fuerza opositora en Corea del Sur, exigió la dimisión de Yoon y lo acusó de haber intentado llevar a cabo un acto de insurrección.
Según un comunicado de la coalición, “si no dimite inmediatamente, el Partido Democrático iniciará inmediatamente los procedimientos de destitución”.
Los diputados de este partido accedieron al Parlamento que había sido precintado y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad para poder votar en contra de la ley. En el proceso, utilizaron su voto para rechazar la declaración de ley marcial, aunque la situación estuvo marcada por un alto nivel de tensión y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El presidente Yoon, quien asumió el cargo en 2022, argumentó que la ley marcial era necesaria para hacer frente a las amenazas de Corea del Norte y de lo que denominó “fuerzas antiestatales”.
Sin embargo, su justificación no fue suficiente para calmar los temores en el país, y la rápida reacción del Parlamento que rechazó la ley mostró una clara falta de apoyo a la medida. Ante esta presión, Yoon dio marcha atrás y rescindió la ley marcial menos de 24 horas después de haberla anunciado.
A continuación, la cobertura minuto a minuto con las noticias más importantes de la jornada:
El jefe del Estado Mayor surcoreano, el almirante Kim Myung-soo, ha ordenado este miércoles al Ejército mantener la disciplina contra potenciales amenazas norcoreanas, después de que la Asamblea Nacional levantara la ley marcial decretada por el presidente, Yoon Suk Yeol, horas antes con el objetivo de “erradicar a las fuerzas afines a Corea del Norte”.
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, ofreció este miércoles su dimisión y pidió disculpas a los surcoreanos “por causar confusión y preocupación” con la aplicación de la ley marcial, medida que también ha motivado una moción de destitución en su contra por parte de la oposición.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, tomó por sorpresa al país cuando declaró la ley marcial en la víspera en un discurso televisado. Lo que siguió fueron seis horas de agitación política, militar y civil que pusieron en jaque a la democracia surcoreana y tuvieron en vilo al país.
Corea del Sur enfrenta una de sus crisis políticas más graves en décadas tras el intento fallido del presidente Yoon Suk Yeol de imponer la ley marcial, una medida que generó rechazo inmediato tanto en el Parlamento como entre la ciudadanía.
El Banco de Corea del Sur ha asegurado este miércoles que proporcionará “una cantidad suficiente” de liquidez hasta que los mercados financieros y cambiarios del país se estabilicen tras el impacto por la declaración ayer y posterior levantamiento de la ley marcial.
Kim Yong-hyun ofreció este miércoles su dimisión y pidió disculpas a los surcoreanos “por causar confusión y preocupación” con la aplicación de la ley marcial, medida que también ha motivado una moción de destitución en su contra por parte de la oposición.
Kim puso su cargo a disposición del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y se mostró dispuesto a “asumir la responsabilidad por todos los asuntos relacionados con la ley marcial”, a través de un comunicado publicado por el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
Rusia expresó este miércoles su preocupación por la reciente declaración de ley marcial en Corea del Sur, que aunque de corta duración, ha generado inquietud en la región.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, señaló que el gobierno ruso está observando con preocupación los acontecimientos en Corea del Sur y espera que no afecten la estabilidad social y política de toda la península coreana. Esta declaración se produce en un contexto de estrechos vínculos entre Rusia y Corea del Norte, país que sigue de cerca los desarrollos en su vecino del sur.
La situación en Corea del Sur ha sido vista por Moscú como un posible factor desestabilizador, dada la delicada situación geopolítica en la región. Rusia, como aliado cercano de Pyongyang, ha mostrado su interés en que estos eventos no alteren el equilibrio en la península coreana, que sigue siendo un punto álgido de tensiones internacionales.
Por medio de un comunicado titulado “Un mensaje al pueblo”, el primer ministro de Corea del Sur, Han Duck-soo, expresó su compromiso de servir al pueblo y garantizar la estabilidad nacional.
“Trabajaré con los miembros del gabinete hasta el final para servir al pueblo”, afirmó el escrito emitido este miércoles.
Según explicó, el gabinete continuará sus funciones para evitar que la vida diaria de las personas se vea afectada, asumiendo “toda la responsabilidad por los eventos que nos han llevado a este momento”.
Según la agencia Yonhap, el proyecto de ley de destitución se encuentra ahora en la Asamblea Nacional, con una votación prevista para este viernes o sábado. En caso de ser aprobado, el proceso se trasladará al Tribunal Constitucional, que necesitará el acuerdo de al menos seis jueces para ratificar la destitución.
Mientras tanto, de acuerdo con la constitución surcoreana, el presidente sería suspendido de sus funciones, y el primer ministro Han Duck-soo asumiría como líder interino durante el proceso judicial.
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, pospuso su visita programada a Corea del Sur esta semana, según la agencia Reuters.
Kristersson tenía previsto reunirse con el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, en una cumbre bilateral, pero los acontecimientos recientes llevaron a replantear el itinerario.
“Dado los acontecimientos recientes, hemos decidido posponer la visita. Hemos estado en contacto con Corea del Sur esta mañana y ahora trabajaremos juntos para encontrar un nuevo momento para la visita en el futuro”, declaró el portavoz.
El caos político resultante tuvo repercusiones tanto internas como en las relaciones internacionales, llevando a Suecia a replantear la visita oficial del primer ministro.
La Bolsa de Valores de Seúl cerró con una caída del 1,4% este miércoles, tras la breve declaración y revocación de la ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol durante la madrugada.
El índice compuesto Kospi retrocedió un 1,44% (36,10 puntos), cerrando en 2.464,00 unidades. En su apertura, el índice llegó a caer un 2,3% antes de recortar parte de sus pérdidas. Por su parte, las acciones de Samsung Electronics, la mayor empresa del país, bajaron un 0,93%, tras desplomarse más del 3% al inicio de la sesión.
El won surcoreano, que inicialmente cayó a un mínimo de dos años, situándose en 1.444 por dólar durante la declaración de la ley marcial, recuperó terreno y cerró en torno a 1.410 por dólar en la tarde.
En respuesta a la volatilidad de los mercados, el Banco de Corea y el Ministerio de Economía y Finanzas anunciaron medidas para garantizar la estabilidad de la economía, la tercera mayor de Asia.
“Junto con el gobierno, se ha decidido suministrar temporalmente suficiente liquidez hasta que los mercados financieros y cambiarios se estabilicen”, declaró el Banco de Corea.
El viceprimer ministro y ministro de Economía y Finanzas, Choi Sang-mok, destacó los esfuerzos por mantener informados a los socios internacionales.
“Para aliviar las preocupaciones sobre nuestra situación económica, nos comunicaremos estrechamente con agencias de calificación crediticia internacionales, países clave como Estados Unidos, organizaciones económicas nacionales y mercados financieros”, afirmó.
Las medidas buscan amortiguar el impacto político y económico tras los eventos recientes, que generaron incertidumbre tanto en el ámbito doméstico como internacional.