Los presidentes rusos, Vladimir Putin, e iraní, Masud Pezeshkian, expresaron hoy durante una conversación telefónica su apoyo “incondicional” al régimen de Bashar al Assad en Siria ante la ofensiva de los grupos islamistas.
“Se expresó el apoyo incondicional a las acciones legales de las autoridades de Siria para restablecer el orden constitucional y la integridad territorial del país”, informó el Kremlin en un comunicado.
Putin y Pezeshkian abordaron “la agresión a gran escala de grupos terroristas y formaciones armadas” que interpretaron como un intento de “socavar la soberanía y la estabilidad política, social y económica del Estado sirio”.
Tanto Rusia e Irán han reafirmado su apoyo a Siria desde el comienzo de la ofensiva contra el Ejército sirio por parte de milicias islámicas, que han entrado en Alepo (la segunda ciudad del país) y en el norte de la provincia de Hama.
Hoy mismo, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, ha asegurado que Teheran mantendrá a sus “asesores militares” en Siria “por invitación de su gobierno”.
Por su parte, el contingente ruso en Siria admitió el domingo haber bombardeado en coordinación con el ejército sirio las posiciones rebeldes en las provincias de Idlib, Hama y Alepo. Tanto medios oficiales como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG cuya sede se encuentra en el Reino Unido, informan desde hace días de los ataques de la aviación rusa, que causaron decenas de muertos, incluidos civiles.
En su conversación, Putin y Pezeshkian también destacaron la importancia de coordinar los esfuerzos diplomáticos en el marco del formato de Astaná con participación de los tres garantes del alto el fuego: Rusia, Irán y Turquía.
De hecho, el viceministro de Exteriores ruso Andréi Rudenko aseguró esta mañana en declaraciones recogidas por la agencia oficial TASS que Rusia no descarta una reunión tripartita.
El pasado sábado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, mantuvo sendas conversaciones telefónicas con sus homólogos de Irán y Turquía, Abás Arakchí y Hakan Fidan, respectivamente.
Putin ordenó en septiembre de 2015 una operación militar que impidió el derrocamiento de Al Assad, aunque ahora las Fuerzas Armadas rusas están enfrascadas en una sangrienta campaña en Ucrania.
Conversación Al Assad-Pezeshkian
Más temprano, Pezeshkian también mantuvo una conversación con Al Assad, en la que calificó de “complot sionista” la ofensiva rebelde y reafirmó su apoyo a Siria como parte de la “estrategia regional” de la República Islámica.
“Creemos que Siria superará una vez más los complots sionistas contra su seguridad y estabilidad, y apoyamos al gobierno y al pueblo sirios en este camino”, dijo Pezeshkian, de acuerdo con un comunicado de presidencia iraní.
El mandatario iraní remarcó además “la disposición de Teherán a ofrecer cualquier ayuda al Gobierno de Damasco para resolver la crisis actual”.
“Preservar la soberanía y la integridad territorial de Siria es una estrategia regional de la República Islámica de Irán”, enfatizó Pezeshkian.
Al Assad, por su parte, atribuyó “la escalada terrorista” a un intento de “dividir la región, fragmentar sus países y volver a trazar los mapas de acuerdo con los intereses y objetivos de Estados Unidos y Occidente”.
“Esta escalada sólo aumentará la insistencia de Siria y su ejército en una mayor confrontación para eliminar las armas del terrorismo en todo el territorio sirio”, dijo Al Assad en la conversación, según un comunicado de la presidencia siria.
El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, por su parte está realizando una gira regional con una parada ayer en Damasco y hoy en Turquía, que respalda a la alianza insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante.
Irán es uno de los principales aliados de Siria, país que pertenece al llamado Eje de la Resistencia, la alianza informal antiisraelí liderada por Teherán e integrada ademas por los palestinos de Hamas, los libaneses de Hezbollah, los hutíes del Yemen y una miríada de milicias en Irak.