Luego de que el grupo terrorista Hezbollah rompiera el alto el fuego este lunes tras un ataque con morteros en la zona del Monte Dov, en el norte de israel, el ejército israelí anunció una operación en el Líbano.
Más temprano, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu había prometido una respuesta firme. “Los disparos de Hezbollah contra el Monte Dov constituyen una grave violación del alto el fuego, e Israel responderá con fuerza”, afirmó Netanyahu en un comunicado.
“Estamos decididos a seguir haciendo cumplir el alto el fuego y a responder a cualquier violación de Hezbollah: una pequeña será tratada como una grave”, agregó el primer ministro.
Minutos antes, los medios libaneses informaron de una serie de ataques aéreos israelíes en el sur del Líbano.
Por su parte, Hezbollah reivindicó este lunes el ataque contra posiciones de Israel.
El ataque golpeó las granjas de Shebaa, una franja de terreno reclamada tanto por Líbano como por Siria, pero que sigue bajo control militar israelí desde 1967, según explicó el grupo terrorista en declaraciones recogidas por la cadena de televisión Al Manar, afín a Hezbollah.
Así, reclamó su autoría, si bien aseguró que el ataque es en realidad una “respuesta de carácter defensivo” a las “repetidas violaciones de la tregua que entró en vigor el 27 de noviembre”. En este sentido, acusó a las fuerzas israelíes de violar el alto el fuego “de varias formas”, lo que incluye ataques contra civiles y contra diferentes regiones de Líbano.
“Estos ataques han provocado víctimas de civiles y ha dejado a personas inocentes heridas, además de que sigue suponiendo una violación del espacio aéreo por parte de aviones israelíes que actúan de forma hostil”, aclaró el grupo terrorista.
“Dado que las consultas con las partes responsables para acabar con estas violaciones no han surtido efecto, la resistencia ha llevado a cabo su primer acto defensivo de alerta”, recalcó Hezbollah.
Las autoridades libanesas denunciaron a lo largo de la mañana una violación “flagrante” del alto el fuego por parte de las fuerzas de Israel, que dejaron al menos un muerto en un ataque contra la ciudad de Marjayún, en el sureste del país, a pesar de que las partes llevan varios días vertiendo acusaciones de este tipo.
El presidente del Parlamento de Líbano, Nabih Berri, uno de los negociadores del acuerdo, alertó de estas violaciones e hizo un llamamiento al “comité técnico” integrado por Estados Unidos, Francia, la misión de la ONU en Líbano (FINUL) y los Ejércitos regulares de Israel y Líbano, encargado de supervisar la implementación del acuerdo, para que estudie la situación.
Israel y Hezbollah llegaron el martes a un acuerdo que tiene una duración de 60 días y que estipula que tanto los milicianos como las tropas israelíes deben abandonar el sur del territorio libanés en favor del Ejército regular de Líbano. Sin embargo, el propio Ejército israelí informó a lo largo de estos últimos días de varias operaciones contra operativos de Hezbollah en el sur de Líbano y acusó al grupo de violar la tregua.
El repunte de las hostilidades en Beirut y el sur de Líbano se enmarca en los enfrentamientos iniciados hace más de un año después de que Hezbollah atacara Israel un día después de la ofensiva Hamas del 7 de octubre de 2023, que dejó casi 1.200 muertos y 240 rehenes y sirvió como detonante para la actual guerra en Medio Oriente.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desataron el pasado 1 de octubre una nueva invasión de Líbano tras semanas de intensos bombardeos y ataques contra el país. Los ataques sobre Líbano han diezmado a Hezbollah, que ha perdido a su histórico líder, Hasán Nasralá. Esta guerra deja un balance provisional de cerca de 4.000 fallecidos y 16.500 heridos.
(Con información de Europa Press)