Al menos 25 personas murieron en el noroeste de Siria en ataques aéreos llevados a cabo por el régimen sirio y Rusia, según informó a primera hora del lunes el servicio de rescate de la oposición siria, conocido como Cascos Blancos.
Según fuentes militares, aviones rusos y sirios atacaron el domingo la ciudad de Idlib, en el norte de Siria, controlada por los rebeldes, mientras el dictador Bashar al Assad se comprometía a aplastar a los insurgentes que habían invadido la ciudad de Alepo.
El ejército también dijo que había recuperado varias ciudades que los rebeldes habían invadido en los últimos días.
Los residentes dijeron que uno de los ataques alcanzó una zona residencial muy poblada en el centro de Idlib, la ciudad más grande de un enclave rebelde cerca de la frontera turca, donde alrededor de cuatro millones de personas viven en tiendas de campaña y viviendas improvisadas.
Otra fuente, la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, habló de 11 muertos entre ellas cinco niños y dos mujeres, y más de una decena de heridos en Idlib.
Según el Observatorio, una ONG con sede en Londres pero con una importante red de colaboradores en el terreno tanto en zonas opositoras como leales a Damasco, más de 446 personas han perdido la vida desde que la alianza insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante -antes denominada Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria- iniciara el pasado miércoles una ofensiva contra el Ejército de Al Assad.
En tan sólo dos días entraron a la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país, donde van afianzando su control, así como en otras zonas de la provincia homónima, mientras también avanzan en dirección sur hacia la ciudad de Hama.
Rusia: “Por supuesto, seguimos apoyando a Al Assad”
El Ejército sirio, con el apoyo de Rusia e Irán, se preparan para un contraataque contra las facciones respaldadas por Turquía, aunque en los últimos días tanto Damasco como Moscú han bombardeado zonas que han causado la muerte de decenas de civiles.
Este lunes, el Kremlin dijo que continúa apoyando a Assad. “Por supuesto que seguimos apoyando a Bashar al Assad”, afirmó el portavoz de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, a periodistas, y agregó que Rusia formulará su posición para establecer “qué es lo que se necesita para estabilizar la situación”.
El Kremlin no ha dado indicios alguno de cómo podría aumentar su apoyo, considerando que el ejército ruso está acaparado por el conflicto en Ucrania.
El domingo Al Assad prometió reprimir con dureza esa ofensiva “terrorista” y subrayó “la importancia del apoyo de aliados y amigos para hacer frente a los ataques terroristas respaldados desde el extranjero”.
Este lunes, el dictador sirio tachó el lunes de “intento de redibujar el mapa de la región en línea con los intereses de Estados Unidos” la ofensiva liderada por los islamistas que se ha hecho con amplios territorios. Sus comentarios fueron realizados en una llamada telefónica con el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, en momentos en que milicias apoyadas por Teherán se desplegaron en Siria para respaldar la contraofensiva del régimen.
El principal diplomático iraní, Abbas Araghchi, estuvo en Siria el domingo para entregar un mensaje de apoyo, según los medios de comunicación estatales.
El lunes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmail Baqaei, dijo que la República Islámica había entrado en Siria por invitación oficial del gobierno de Assad.
“Nuestros asesores militares estaban presentes en Siria y siguen estándolo. La presencia de asesores de la República Islámica de Irán en Siria no es algo nuevo”, afirmó.
Por su parte, un líder de la oposición siria afirmó que los rebeldes no dejarán de luchar hasta que el Gobierno sirio se comprometa con el proceso de Naciones Unidas y con una transición política. “Estamos dispuestos a negociar a partir de mañana”, dijo Hadi al-Bahri en una rueda de prensa televisada desde Estambul.
Aliados debilitados
Aunque los combates tienen su origen en una guerra que comenzó hace más de una década, muchas cosas han cambiado desde entonces.
Millones de sirios han sido desplazados, y unos 5,5 millones viven en países vecinos.
La mayoría de los participantes en las protestas iniciales contra Assad han muerto, están en la cárcel o viven en el exilio.
Rusia está en guerra en Ucrania, y los aliados militantes de Irán, Hezbollah y Hamas, se han debilitado enormemente tras más de un año de conflicto con Israel.
El papel de Hezbollah en Líbano, que desempeñó un papel clave en el apoyo al régimen, sobre todo en los alrededores de Alepo, sigue en entredicho después de que se retirara de varias de sus posiciones para centrarse en la lucha contra Israel.
El Organismo de Liberación del Levante y sus aliados comenzaron su ofensiva el miércoles, justo cuando entró en vigor un alto el fuego en Líbano tras más de un año de guerra entre Hezbollah e Israel.
Estados Unidos y sus aliados Francia, Alemania y Gran Bretaña pidieron el domingo una “desescalada” en Siria y la protección de civiles e infraestructuras.
Estados Unidos mantiene cientos de tropas en el noreste de Siria como parte de una coalición antiyihadista.
(Con información de Reuters, AFP, EFE)