El dictador Bashar al Assad prometió usar la fuerza para “eliminar” a los yihadistas en medio de su ofensiva en el norte de Siria

El conflicto se intensifica con el avance de facciones islamistas en el noroeste, mientras Irán y Rusia refuerzan su apoyo al régimen de Damasco y la comunidad internacional pide una solución política

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Combatientes prenden fuego a una
Combatientes prenden fuego a una imagen del dictador sirio Bashar al Assad frente a un edificio tomado por los yihadistas en la zona de Zarbah el viernes. (AAREF WATAD/AFP)

El dictador sirio Bashar al Assad prometió el domingo utilizar la fuerza para eliminar lo que calificó como “terrorismo” en el norte de Siria, en medio de una ofensiva fulgurante lanzada por grupos rebeldes islamistas que han ganado terreno en la región, incluyendo la estratégica ciudad de Alepo.

“El terrorismo sólo entiende el lenguaje de la fuerza, y es con este lenguaje que lo romperemos y lo eliminaremos, sean cuales sean sus partidarios y sus promotores”, declaró Assad, según la agencia de noticias estatal siria SANA. Estas declaraciones fueron hechas durante una llamada telefónica con el líder de Abjasia, una región separatista prorrusa de Georgia.

El comentario de Assad se produce en un contexto de creciente violencia en el norte de Siria, donde una coalición de facciones islamistas, lideradas por el Organismo de Liberación del Levante (HTS, por sus siglas en inglés), ha lanzado una ofensiva contra las fuerzas del gobierno sirio. En los últimos días, los insurgentes han logrado capturar áreas clave en las provincias de Idlib, Hama y Alepo, lo que ha desafiado el control de Damasco sobre estas regiones.

Rebeldes sirios en el interior de Alepo mientras los residentes examinan los daños

La situación ha provocado una serie de reacciones internacionales, mientras Siria, respaldada por Irán y Rusia, intenta repeler a los insurgentes.

El Ejército sirio, que ha recibido apoyo aéreo de la aviación rusa, informó el domingo que había logrado expulsar a los combatientes islamistas de dos áreas clave en la provincia central de Hama. Estas victorias fueron descritas por el Ejército como un paso importante en la defensa de las líneas fronterizas del gobierno, aunque reconocen que la situación sigue siendo volátil.

El avance rebelde y la respuesta militar siria

Combatientes de la oposición siria
Combatientes de la oposición siria se reúnen en la plaza Saadallah al-Jabiri, después de que los rebeldes opuestos al dictador sirio Bashar al-Assad dijeran que habían alcanzado el corazón de Alepo. (REUTERS/Mahmoud Hasano)

El Ejército sirio declaró en un comunicado que sus tropas reforzaron sus posiciones en el norte de Hama con “todo tipo de material militar” y lograron repeler los avances rebeldes en localidades estratégicas como Qaleet al Madeeq y Maardes. Según el informe, decenas de insurgentes murieron en los enfrentamientos, y los sobrevivientes huyeron.

Maardes, en particular, tiene una gran importancia estratégica, ya que se encuentra en la autopista M5, una vía vital que conecta el sur y el norte de Siria. La pérdida de Maardes a manos de los rebeldes significaría un golpe considerable para las fuerzas gubernamentales, que dependen de esta ruta para el movimiento de tropas y suministros.

La ofensiva de los insurgentes comenzó el miércoles, cuando el HTS y otras facciones islamistas se unieron para lanzar un asalto masivo en el noroeste de Siria. Desde entonces, han tomado el control de importantes zonas, incluida la ciudad de Alepo, que fue el escenario de una feroz batalla durante la guerra civil siria en 2012 y que estuvo bajo control del gobierno sirio durante la última década.

Este avance de los rebeldes ha sorprendido a muchos analistas, ya que se creía que las fuerzas gubernamentales, respaldadas por el apoyo aéreo ruso, tendrían la capacidad de repeler a los insurgentes. Sin embargo, el Ejército sirio admitió que se vio obligado a retirarse temporalmente de Alepo con el objetivo de reorganizarse y lanzar una contraofensiva.

Respaldo de Irán y Rusia

Derribo en Alepo de la estatua del hermano de Bashar al-Assad

Mientras Assad intensifica su retórica contra los rebeldes, sus aliados internacionales, como Irán y Rusia, han reafirmado su apoyo al gobierno sirio. El ministro de Exteriores de Irán, Abás Araqchí, viajó este domingo a Damasco para transmitir el apoyo de Teherán al gobierno sirio en medio de la ofensiva rebelde. Araqchí acusó a Israel de ser el responsable de la situación en Siria, asegurando que Tel Aviv está intentando desestabilizar la región mediante el respaldo a los grupos terroristas.

Por su parte, Rusia ha intensificado sus bombardeos aéreos en el norte de Siria en apoyo a las fuerzas gubernamentales. La intervención rusa en 2015 fue un punto de inflexión en la guerra civil siria, permitiendo a Assad recuperar el control de gran parte del territorio que había sido tomado por los rebeldes. La aviación rusa ha jugado un papel crucial en la defensa de las líneas del frente del gobierno sirio y en la represión de las ofensivas insurgentes.

El papel de los kurdos

El ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, también expresó el domingo el apoyo de Amán al régimen sirio, afirmando que Jordania está comprometida con la “unidad” y la “soberanía” de Siria. Sin embargo, Safadi también recalcó la importancia de una solución política para resolver la crisis en Siria, un tema que ha sido recurrente en las conversaciones internacionales desde el comienzo de la guerra civil.

Por otro lado, las tensiones también aumentan debido a la presencia de las milicias kurdas en el noreste de Siria, que han sido un objetivo constante de Turquía debido a sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista por Ankara. Según fuentes de seguridad turcas, el gobierno sirio ha comenzado a transferir territorios bajo su control a las milicias kurdas en el noreste de Siria, lo que ha provocado enfrentamientos con los rebeldes sirios respaldados por Turquía.

La guerra civil en Siria, que comenzó en 2011, ha dejado cientos de miles de muertos y ha desplazado a millones de personas, creando una crisis humanitaria de magnitudes incalculables.

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