Como parte de su estratégica alianza militar, Rusia y China realizaron una serie de maniobras aéreas en aguas cercanas, confirmó este sábado el Ministerio de Defensa del Kremlin.
En un comunicado, la cartera informó que las partes continúan fortaleciendo su cooperación en la materia por lo que, en esta oportunidad, efectuaron una misión de patrullaje conjunta sobre los mares de Japón y China Oriental, así como en la parte occidental del océano Pacífico. Participaron tanto los portamisiles estratégicos rusos Tu-95ms como los bombarderos estratégicos chinos Hun-6k, que estuvieron escoltados, a su vez, por cazas de ambos países.
La práctica duró ocho horas y se realizó, en su totalidad, de acuerdo a las disposiciones del derecho internacional, sin violarse el espacio aéreo de otros Estados, sumó Defensa.
“La misión se llevó a cabo en el marco de la implementación del plan de cooperación militar para 2024 y no está dirigido contra terceros países”, concluye el comunicado.
Si bien Xi Jinping asegura mantener una postura de neutralidad en el conflicto sobre Ucrania, lo cierto es que en el último tiempo se ha estado acercando a su par, Vladimir Putin, en busca de una estratégica cooperación que le permita seguir fortaleciendo su capacidad militar, especialmente en un momento en que mantiene una alta tensión con Taiwán y Filipinas, y a semanas de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
En marzo de 2023, poco más de un año después de comenzada la guerra, las naciones acordaron fortalecer su vínculo militar con el fin de “incrementar la confianza mutua entre sus fuerzas armadas”, según un comunicado. Desde entonces, su acercamiento solo ha ido en aumento, con denuncias de envíos de armamento clave e intercambio de conocimientos de tecnología, entre otros.
A mediados de octubre de este año, el ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, y su par chino, Dong Jun, mantuvieron un encuentro en Beijing en el que prometieron seguir trabajando juntos por reforzar su accionar frente a Occidente, sin hacer referencia, sin embargo, a ningún conflicto en particular.
“La cooperación militar ruso-china es un importante elemento para el incremento del potencial defensivo y el mantenimiento de la estabilidad regional y global. Cuento con una cooperación estrecha y fértil con los camaradas chinos (con quienes) las relaciones de amistad han alcanzado un nivel sin precedentes”, dijo entonces Beloúsov.
Así, en lo que va del año, los Ejércitos ya encabezaron reiteradas veces maniobras de este estilo sobre “espacio aéreo relevante”, como las de septiembre, en la que se incluyeron también ejercicios navales en el mar de Japón, o las de julio, en las que se desplegaron bombarderos estratégicos cerca de Alaska, en el océano Pacífico norte y el Ártico.
No obstante esta alianza, Xi sigue enfocado en mejorar sus propias capacidades, independientemente de la asistencia de terceros países, tal como quedó expuesto la última semana, cuando un satélite estadounidense captó una flota de portaaviones de Beijing desplegada en el Indo-Pacífico.
Según las imágenes del satélite Landast 8, China movilizó su buque CNS Liaoning al mar de Bohai, apenas semanas después de que realizara otras operaciones conjuntas en el mar de China Meridional, mientras que el CNS Fujian fue visto a su salida del astillero Jiangnan, en Shanghai. En su caso, se trató de la quinta ronda de ejercicios que realizaba en el mar.
Si bien ninguno de estos movimientos trascendió de forma oficial, expertos en la materia señalaron que el objetivo de sus salidas podría ser la prueba de un innovador sistema de despegue asistido por catapulta de los aviones que lleva en su cubierta.
(Con información de EFE)