El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se comunicó telefónicamente el sábado con sus homólogos iraní y turco para expresar su preocupación por la “peligrosa” escalada de hostilidades en Siria, según informó Moscú.
Los combatientes rebeldes iniciaron una ofensiva contra la dictadura siria, respaldada por los regímenes de Irán y Rusia, a principios de esta semana, lo que llevó a Moscú a lanzar ataques aéreos en ayuda de su aliado.
Lavrov se comunicó telefónicamente por separado con sus homólogos turco e iraní un día después de que Rusia anunciara la acción militar.
Él y el máximo diplomático turco, Hakan Fidan, “expresaron su profunda preocupación” y afirmaron la necesidad de “coordinar acciones conjuntas para estabilizar la situación”, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en su lectura de la llamada.
En una llamada telefónica con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ambas partes expresaron un “fuerte apoyo” a la soberanía de Siria y pidieron “esfuerzos conjuntos destinados a estabilizar la situación”, según el ministerio.
Moscú es el principal aliado militar del dictador sirio Bashar al Assad, habiendo cambiado el rumbo de la guerra civil a su favor cuando intervino en 2015.
Los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, e Irán, Abás Araqchí, expresaron este sábado su “extrema preocupación” por la escala del conflicto en Siria, en el curso de una conversación telefónica celebrada por iniciativa de Teherán,.
“Ambas partes expresaron su extrema preocupación por la peligrosa escalada de la situación en Siria en relación con el ataque terrorista de grupos armados en las provincias de Alepo e Idlib”, se afirma en un comunicado publicado en la web de la diplomacia rusa.
Los ministros, añade la nota de prensa, confirmaron su firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de la República Árabe Siria.
Lavrov y Arakchi coincidieron en la necesidad de intensificar los esfuerzos conjuntos para estabilizar la situación en Siria y realizar una revisión integral urgente de la situación en el marco del formato de Astaná para el arreglo del conflicto en país árabe.
El ministro de Exteriores de Rusia también mantuvo una conversación telefónica con su homólogo turco, Hakan Fidan, en la que ambos manifestaron su “profunda preocupación por el peligroso desarrollo de la situación en Siria debido a la escalada militar e las provincias de Alepo e Idlib”, informó la cancillería rusa.
Fidan aseguró este sábado que su país no está implicado en la ofensiva lanzada el miércoles pasado contra el Gobierno de Bachar al Asad, que ha llegado ya hasta la ciudad de Alepo.
“Turquía no interviene en los combates que tienen lugar en Alepo. Se están tomando precauciones. No lanzaremos ninguna acción que pueda desencadenar una nueva ola migratoria”, dijo el ministro de Exteriores turco, citado por el diario Hürriyet.
El ministro hizo estas declaraciones a la prensa después de su intervención en el Foro Mundial organizado en Estambul por TRT, la cadena pública turca.
La ofensiva de las milicias islamistas Organismo de Liberación del Levante comenzó el miércoles desde Idlib, último bastión controlado por la oposición a Asad.
La región está también parcialmente controlada por el ejército turco, que respalda a varios grupos armados sirios en las regiones que domina al norte y oeste de Alepo.
(Con información de AFP y EFE)