Los servicios de inteligencia militar de Ucrania denunciaron que Rusia recibió 100 misiles y cinco millones de proyectiles de Corea del Norte, en forma de apoyo a la guerra que libra en el país.
El Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Kiev precisó que entre las piezas de artillería se encuentran los sistemas autopropulsados M-1989 de 170 milímetros y los M-1991, además de los KN-23 y munición varia. Según pudieron identificar los expertos militares, en su mayoría cuentan con componentes electrónicos fabricados en China, Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y Suiza, una muestra de que Occidente debe reforzar sus controles sobre el comercio de piezas y tecnología.
Los misiles norcoreanos fueron responsables de varias muertes de ucranianos, como fue el caso de cuatro personas en Kiev, el 2 de junio, y de otras cinco el 11 de septiembre.
El envío de estos sistemas expuso que la cooperación entre Vladimir Putin y Kim Jong-un va más allá del despliegue de miles de oficiales en el campo de batalla, como se denunció recientemente, sino que es aún más amplia de lo que se creía.
Semanas atrás, los aliados de Occidente advirtieron sobre la llegada de más de 10.000 soldados de Pyongyang a campos de entrenamiento militar en Rusia donde, tras ser instruidos, fueron enviados al frente, específicamente a las regiones fronterizas de Kursk y Bélgorod. Apenas días después, Kiev informó de los primeros enfrentamientos “a pequeña escala” entre las tropas, aunque resaltó la inferioridad de estas incorporaciones.
Un informe elaborado por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Corea del Sur y Ucrania señaló que “a pesar de los desafíos de integración –incluidas las barreras de comunicación y las diferentes doctrinas militares– el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia representa un cambio significativo en las relaciones de seguridad entre Europa y Asia (ya que), por primera vez en generaciones, tropas del este de Asia participan activamente en un conflicto europeo”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, conversó con su homólogo Volodimir Zelensky este viernes y le expresó su más profundo rechazo a la “escalada inaceptable” que representan estas acciones coordinadas entre Kim y Putin. Francia condena “con la mayor firmeza” la “cooperación creciente (de Rusia) con Corea del Norte y su retórica irresponsable”, que constituyen “una lógica de escalada inaceptable”, dijeron desde el Palacio del Elíseo, que denunciaron también que Moscú continúa con los bombardeos “indiscriminados” sobre “ciudades, civiles e infraestructuras energéticas”.
“Continuaremos ayudando a Ucrania tan intensamente y durante el tiempo que sea necesario para que pueda ejercer su legítima defensa y que la guerra de agresión de Rusia sea un fracaso”, sumaron desde el Ejecutivo.
En ese mismo tono conversaron Zelensky y el canciller alemán, Olaf Scholz, y ratificaron también su trabajo conjunto en la defensa de Kiev.
“Mantendremos nuestro apoyo militar a Ucrania, en estrecha coordinación con nuestros socios europeos e internacionales. He acordado con Zelensky que seguiremos en contacto, también con una perspectiva a caminos posibles hacia una paz justa”, prometió Scholz, mientras el mandatario ucraniano aprovechó para agradecer a Berlín “especialmente por reforzar las capacidades de defensa aérea con Patriots e IRIS-TS, que ya han salvado miles de vidas”.
“Aumentar la presión sobre Rusia, reforzar las posiciones de Ucrania en todos los frentes (...) y dar pasos conjuntos decisivos para reforzar aún más la capacidad de defensa es clave para forzar al agresor a una paz real. Está claro que solo una fuerza combinada de las armas y la diplomacia pueden llevar al responsable de la guerra a ponerle fin”, aseguró.
(Con información de EFE y Europa Press)