Un ex soldado británico que se había fugado de una cárcel de Inglaterra fue declarado culpable este jueves por un tribunal del Reino Unido de infringir la legislación de secretos oficiales y terrorismo al recopilar información sensible para pasarla a agentes secretos de Irán.
Daniel Khalife, de 23 años y natural de Kingston (al sur de Londres), fue absuelto, en cambio, por el tribunal londinense de Woolwich de haber llevado a cabo la detonación de una bomba falsa en unos barracones militares en los que servía, otro de los cargos que se le imputaban.
A lo largo del proceso judicial, que culminará con una sentencia a principios del año próximo, la fiscalía sostuvo que Khalife, de madre iraní y padre libanés, realizó un “juego cínico”, al mantener que quería desarrollar una carrera como agente doble para ayudar a los Servicios de Inteligencia británicos cuando, de hecho, recopilaba “mucho material restringido y clasificado”.
El hombre ya admitió previamente que se escapó de la cárcel de Wandsworth escondido debajo de un camión de suministros alimentarios, donde estaba en prisión preventiva acusado de manejar información secreta, entre ella una lista con identidades de soldados de este país, y entregarla a espías iraníes.
El servicio británico de espionaje MI5, el Ministerio de Defensa y la Policía antiterrorista abrieron una operación de búsqueda a nivel nacional para localizar a este individuo, lo que hizo temer que Khalife trataría de escapar a Teherán o acceder a la embajada iraní en Londres.
Según se supo en el juicio, mientras se encontraba fugado, el exsoldado compró un teléfono móvil que empleó para hacer llamadas utilizando un nombre en código, David Smith, y enviar el mensaje: “Espero”.
Sin embargo, Khalife fue detenido el pasado 9 de septiembre cuando montaba una bicicleta robada por el oeste de Londres, a unos 22 kilómetros de la cárcel de Wandsworth.
La primera vez que el ex militar contactó con un espía iraní fue al poco de haberse unido al Ejército británico con solo 16 años, y entonces aseguró que quería trabajar como “agente doble”.
Cuando testificó ante el tribunal, Khalife se describió como un “patriota” inglés y aseguró que no era “ni un terrorista ni un traidor”.
Sin embargo, fue declarado culpable de un cargo de recopilar, publicar o comunicar información que podría ser útil a un enemigo entre los pasados 1 de mayo de 2019 y el 6 de enero de 2022, en base a la legislación de secretos oficiales.
Khalife también fue hallado culpable de obtener información privada sobre personal de las fuerzas armadas británicas que podría potencialmente resultar de utilidad a personas que cometen o preparan actos de terrorismo, con relación a una fotografía de una lista escrita a mano con nombres de 15 soldados británicos, entre ellos algunos de las fuerzas especiales que operan para el Servicio Aéreo Especial (SAS) y el Servicio de Barco Especial (SBS).
Khalife admitió haber escapado de una prisión de Londres aferrándose a la parte inferior de un camión de reparto.
Sin embargo, niega haber violado la Ley de Secretos Oficiales al recolectar información útil para un enemigo —en este caso, Irán—, así como infringir la Ley de Terrorismo y colocar bombas falsas en una base militar.
Khalife estaba esperando juicio cuando escapó de la Prisión de Wandsworth en septiembre de 2023 utilizando una honda hecha con pantalones de la cocina de la prisión para atarse a la parte inferior de un camión de catering. Fue arrestado tres días después mientras iba en bicicleta en un sendero junto a un canal en el oeste de Londres, tras una intensa búsqueda a nivel nacional que incluyó helicóptero y retenes adicionales en los principales centros de transporte.
“Acepto que salí de la prisión y no tenía ningún permiso”, le dijo Khalife a los jurados.
Agregó que escapó con la esperanza de ser recapturado y enviado a una unidad de alta seguridad en otra prisión, donde pensó que estaría más seguro.
Su juicio continúa por los otros cargos. Los fiscales han dicho al jurado que Khalife se unió al ejército a los 16 años y era un soldado prometedor, pero se le informó que no podría cumplir su objetivo de unirse a una unidad de inteligencia porque su madre era de Irán.
Los fiscales alegan que Khalife pasó información clasificada a un agente de inteligencia iraní. Él sostiene que la información no tenía valor y esperaba actuar como un agente doble en nombre de Gran Bretaña, inspirado, en parte, por la serie de espías “Homeland”.
“Nunca fui un espía de verdad”, le dijo Khalife al jurado a principios de este mes. “No hice nada que dañara nuestra seguridad nacional. Quería ponerme en una posición donde pudiera ayudar a mi país”.
(Con información de EFE y AP)