Altos representantes de la diplomacia de la Unión Europea e Irán mantendrán este jueves en Ginebra un encuentro para analizar el programa nuclear iraní, el rol de Teherán en los conflictos de Medio Oriente y Ucrania y otras cuestiones que generan tensiones entre ambas partes.
El español Enrique Mora, subsecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, lidera la parte comunitaria, mientras que el viceministro de Asuntos Exteriores, Majid Takht Ravanchi, representa a Irán en estas conversaciones, confirmaron a EFE fuentes de ambas diplomacias.
El encuentro antecede al que este viernes está previsto que se celebre, también en la ciudad suiza y con los mismos temas en agenda, entre Ravanchi y representantes diplomáticos de Francia, Alemania y Reino Unido.
Desde esas delegaciones se ha insistido en que no se trata de “negociaciones nucleares”, si bien el programa atómico iraní debería figurar en las conversaciones después de que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) adoptara la semana pasada una resolución condenando la falta de cooperación de Irán.
La Junta de Gobernadores de la OIEA adoptó el jueves pasado una resolución presentada por Alemania, Francia y Reino Unido, con el respaldo de Estados Unidos, que condenaba la falta de cooperación de Irán y solicitó al organismo que elabore un “informe integral” sobre las actividades nucleares de la República Islámica.
Los países implicados en las conversaciones de Ginebra son los mismos que propiciaron esa resolución, al entender que Irán viola desde hace años los compromisos que asumió en el acuerdo nuclear que firmó en 2015 con Occidente más Rusia, del que Estados Unidos se retiró un año más tarde durante la presidencia de Donald Trump.
El anuncio esta semana por parte de Irán de que se el país ha activado “miles de centrifugadoras avanzadas” para enriquecer uranio como reacción a la resolución en la OIEA se ha convertido en un factor adicional de tensión en el encuentro con los europeos.
Teherán activó miles de centrifugadoras en respuesta a la OIEA
“Habíamos anunciado que si los tres países europeos continuaban con la resolución tomaríamos medidas, y lo hicimos en el momento de la aprobación de la resolución con la instalación de varias miles de centrifugadoras avanzadas“, dijo este miércoles el jefe de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI), Mohamed Eslami, a medios locales.
La fuente indicó que las centrifugadoras ya han sido “puestas en marcha” con la inyección de gas y están “en funcionamiento”.
Teherán calificó esa resolución de medida “destructiva”, “beligerante e injustificada”, destinada a “alcanzar objetivos políticos e ilegítimos” y anunció que instalaría más centrifugadoras como respuesta.
El objetivo de la resolución es presionar a Teherán para que cumpla con sus compromisos legales de garantizar que no usa materiales atómicos para fines militares, tras el fracaso del acuerdo nuclear de 2015 que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones.
Estados Unidos abandonó el acuerdo durante el primer mandato de Donald Trump y reimpuso medidas restrictivas económicas en 2018, a lo que Irán respondió con el enriquecimiento de uranio muy por encima de lo permitido.
El OIEA informó la semana pasada que Irán ralentizó ligeramente su producción de uranio enriquecido al 60% de pureza, cercano al uso militar al 90%, pero acumula ya 182,3 kilos.
El director general de OIEA, Rafael Grossi, aseguró que Irán aceptó detener el enriquecimiento de uranio luego de su viaje a Teherán, cuando se reunió con el nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, y el ministro de Exteriores, Abás Araqchí.
“Solicité a la República Islámica de Irán que actuara con moderación. No solo eso, sino también, si fuera posible, que dejara de aumentar sus reservas de uranio enriquecido al 60%. Debo decir que mi solicitud fue aceptada por Irán”, dijo Grossi en su discurso ante la Junta de Gobernadores del OIEA.
“Resulta claro que la acumulación de uranio enriquecido a niveles muy altos ha sido un motivo de preocupación”.
“Algunos pasos técnicos iniciales, verificados por mis inspectores, ya se llevaron a cabo esta semana, y espero que podamos consolidarlos. Creo, por supuesto, que este es un paso inicial. Hay mucho por hacer”, matizó Grossi sobre lo que Irán hizo hasta ahora para detener ese enriquecimiento, cercano al nivel del 90% necesario para un arma nuclear.
Irán tiene un historial de incumplimientos y, en primer lugar, no debería estar enriqueciendo uranio al 60% y que el precio de la posible congelación de esa actividad no puede ser dejar de criticar su falta de transparencia.
Irán ha violado los términos del pacto nuclear de 2015, enriqueciendo uranio muy por encima del 3,67% permitido, acumulando reservas de uranio unas 30 veces superiores a lo autorizado y al reactivar instalaciones nucleares previamente restringidas. Además, ha dificultado la vigilancia de los inspectores del OIEA de su programa nuclear desde 2021.
Irán asegura que su programa nuclear es exclusivamente pacífico, mientras que Occidente sostiene que no existe una justificación civil creíble para la magnitud de las ambiciones atómicas iraníes.
(Con información de EFE)