El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aseguró este jueves, tres días antes de terminar su mandato, que a día de hoy “nadie” sabe cómo reaccionará la Unión Europea si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reduce la ayuda militar y económica a Ucrania.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores dijo que esta es la pregunta que le hizo “desde el último soldado hasta el presidente del país” cuando visitó Ucrania hace tres semanas, conociéndose ya el resultado de las elecciones estadounidenses del pasado 5 de noviembre.
“No creo que nadie sepa la respuesta”, afirmó Borrell en el Instituto de Bruselas para la Geopolítica, su último acto público antes de que el próximo 1 de diciembre le releve la ex primera ministra de Estonia, Kaja Kallas.
En este sentido, recordó como en febrero de 2022, tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los países de la UE vencieron sus reticencias iniciales a financiar el envío de armas a Kiev con Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, pero señaló que ahora “hay dos países”, en referencia a Hungría y Eslovaquia, que “consideran que ya no es la política correcta”.
Y mencionó también como “la extrema derecha y la extrema izquierda le dicen a la gente que dejen de apoyar a Ucrania”.
Aseguró, no obstante, que tras la invasión rusa de Ucrania “todo el mundo reconoce que Europa está en peligro, en el peligro de la guerra”.
“¿Quién podría haber imaginado tres años antes que tendríamos tropas de Corea del Norte en las fronteras de la UE, luchando y no haciendo turismo?”, señaló el alto representante.
Borrell dijo que la guerra “cambió” su “visión” de cómo la UE debe tratar con Rusia y en este contexto, rememoró “la trampa” que en 2021 le tendió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, cuando en una rueda de prensa en Moscú equiparó el encarcelamiento del fallecido opositor Alexéi Navalny con el de los líderes independentistas catalanes tras la sentencia del procés.
El alto representante habló también de la guerra en Medio Oriente e insistió en su mensaje de que Israel está incumpliendo el derecho internacional.
“Algunas veces creo que es muy necesario decir la verdad porque es evidente que si no la dices, pierdes credibilidad. Quien puede creer que Israel está respetando el derecho humanitario. ¿Alguien puede creerlo? Ciertamente, yo no”, dijo Borrell.
Trump negocia fin de la guerra
Por otra parte, Trump eligió el miércoles al general retirado Keith Kellogg, uno de sus incondicionales, como futuro enviado para Ucrania y Rusia.
“Me complace nombrar al general Keith Kellogg asistente del presidente y enviado especial para Ucrania y Rusia”, dijo Trump en un comunicado publicado en su red Truth Social.
“Ha estado conmigo desde el comienzo. Juntos, garantizaremos la PAZ A TRAVÉS DE LA FUERZA y haremos que Estados Unidos y el mundo vuelvan a estar SEGUROS”, añadió.
El presidente electo, que asumirá el cargo el 20 de enero, destaca la “distinguida carrera militar y empresarial” de Kellogg, incluso en casos de seguridad nacional “altamente sensibles” durante su primer mandato (2017-2021).
Kellogg, de 80 años, un fijo en el circuito de noticias por cable, coescribió un artículo académico a principios de este año en el que pedía a Washington que utilizara la ayuda militar a Ucrania como palanca para impulsar las conversaciones de paz.
“Estados Unidos continuaría armando a Ucrania y fortaleciendo sus defensas para garantizar que Rusia no haga más avances y no vuelva a atacar después de un alto el fuego o un acuerdo de paz”, decía el documento de investigación para el think tank trumpista America First Policy Institute. “La futura ayuda militar estadounidense, sin embargo, requerirá que Ucrania participe en conversaciones de paz con Rusia”.
(Con información de EFE)