Al menos 15 personas murieron y 113 permanecen desaparecidas tras deslizamientos de tierra que sepultaron 40 viviendas en seis aldeas del este de Uganda, informaron las autoridades policiales el jueves. Además, otras 15 personas resultaron heridas, y fueron rescatadas y trasladadas al Centro de Salud Buluganya.
La Policía está colaborando en la zona con la Cruz Roja y otros equipos de respuesta a emergencias para atender la situación.
La Sociedad de la Cruz Roja de Uganda informó el jueves que se habían recuperado 13 cuerpos tras los deslizamientos de tierra, y que continúan los esfuerzos de rescate. Según reportes de los medios locales, las autoridades estiman que el número de víctimas fatales podría alcanzar los 30 muertos.
La intensa lluvia azotó el distrito montañoso de Bulambuli, a 280 kilómetros al este de Kampala, la capital de Uganda, y provocó deslizamientos de tierra durante la noche del miércoles. Este desastre afectó varias localidades, entre ellas Masugu, Namachele, Natola, Nmagugu y Tagalu, situadas en la misma región, cerca de la frontera con Kenia.
Según indicaron funcionarios locales a un periodista en la zona, se llevará una excavadora para apoyar en las tareas de rescate; sin embargo, las carreteras están obstruidas por el barro y las lluvias continúan.
La zona afectada cubre aproximadamente 50 acres, con viviendas y tierras agrícolas distribuidas a lo largo de la pendiente.
En las imágenes difundidas por la Cruz Roja y las autoridades ugandesas en redes sociales, se observa un enorme torrente de agua con un vehículo atrapado, donde árboles fueron arrancados de raíz y casas fueron arrasadas.
Además, se difundieron fotos y videos de personas trabajando para excavar entre el barro en busca de posibles víctimas. Algunas viviendas fueron completamente enterradas, mientras que otras únicamente dejaban el techo visible sobre el suelo.
Según el periódico Daily Monitor, la mayoría de los cuerpos recuperados hasta ahora corresponden a niños.
Irene Muloni, diputada de la mujer por el distrito de Bulambuli, declaró que el gobierno planea reubicar a los residentes de las áreas más vulnerables a los deslizamientos de tierra.
“Las cataratas están por todas partes y la lluvia es excesiva. Deben evacuar a la gente de inmediato”, añadió Muloni, haciendo un llamado a que todos busquen refugio con sus familiares y “abandonen este lugar peligroso”.
El miércoles, la oficina del primer ministro emitió una alerta de desastre, señalando que las fuertes lluvias registradas en todo el país habían bloqueado las principales vías.
El este de África ya había experimentado fuertes precipitaciones en la primera mitad de 2024, durante la temporada habitual de lluvias largas, que generalmente va de marzo a mayo.
Este año, la intensidad de las lluvias se vio agravada por el fenómeno de El Niño, un cambio en las dinámicas atmosféricas causado por el aumento de la temperatura en el océano Pacífico.
En mayo pasado, las Naciones Unidas informaron que al menos 473 personas habían perdido la vida, 410.350 habían sido desplazadas y 1,6 millones se vieron afectadas por las lluvias torrenciales y las inundaciones que azotaron varios países de África oriental, como Kenia, Tanzania, Somalia, Etiopía, Uganda y Burundi.
(Con información de AP y EFE)