El primer ministro polaco, Donald Tusk, anunció este martes que Polonia no aceptará el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) en su forma actual, postura que según él comparten otros socios europeos.
En una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros celebrado hoy en Varsovia, Tusk explicó que “la principal preocupación del Gobierno polaco radica en el impacto negativo que el acuerdo podría tener en el sector agrícola del país”, una opinión que ya adelantó hace unos días.
Tusk explicó que, tras escuchar las opiniones negativas sobre el acuerdo por parte de algunos ministros, como el de Agricultura, Czesław Siekierski, y el de Energía, Krzysztof Paszyk, reafirmó su “oposición a los resultados de las negociaciones con Mercosur (...) en particular al aumento de los contingentes aduaneros para la carne de aves de corral”, de la que Polonia es el mayor productor de la UE.
En los últimos días, asociaciones de agricultores, organizaciones agrícolas como el Consejo Nacional de Cámaras Agropecuarias y el partido PSL, socio de la coalición gubernamental, han expresado su rechazo a un acuerdo que ha llevado a varios piquetes de granjeros polacos a bloquear la frontera con Ucrania.
El viceministro de Agricultura, Stefan Krajewski, aseguró que el acuerdo plantea “muchas amenazas a la agricultura europea” debido a la diferencia en los estándares de producción y argumentó que, “por un lado, los estándares y requisitos para los agricultores europeos, incluidos los polacos, son cada vez más altos, lo que genera gastos adicionales, y, por otro lado, los productos que no tienen que cumplir estos estándares europeos entran por la puerta trasera”.
El Ministerio de Agricultura polaco emitió recientemente un comunicado en el que expresaba sus reservas sobre el acuerdo y señalaba que, si bien puede traer beneficios para el sector industrial y el transporte marítimo, perjudicaría a “la mayoría de los segmentos de la producción agroalimentaria”, especialmente la carne de aves y vacuno, el azúcar y el etanol.
Por su parte, el viceprimer ministro, Władysław Kosiniak-Kamysz, afirmó que está trabajando para “construir una minoría que bloquee la implementación del acuerdo” y enfatizó que, bajo su punto de vista, no garantiza “la seguridad ni la calidad de los alimentos” y que “Polonia buscará alianzas con otros países con posturas similares, como Francia, Irlanda y Bélgica”.
Protestas de agricultores en Francia contra el acuerdo
Por otra parte, los agricultores franceses cumplieron el martes su segunda semana de protestas, el mismo día en que la Asamblea Nacional debatirá y votará durante la tarde el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, rechazado mayoritariamente por la clase política francesa.
De entre las numerosas movilizaciones de este martes, destacaron las decenas de tractores desplazados a Estrasburgo (noreste) para protestar ante el Parlamento Europeo, órgano implicado en el proceso de aprobación del pacto entre la UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).
Convocados por el sindicato agrícola Coordinación Rural, el convoy llegó a ser retenido por la gendarmería francesa en las inmediaciones del barrio que acoge la Eurocámara.
Otras de las manifestaciones, la mayoría de menor amplitud que las movilizaciones agrícolas organizadas en enero y febrero de este año, tuvieron lugar en Lille (norte) o Perpiñán (sur), donde los cortejos contaron también con tractores.
En esta última ciudad, próxima a la frontera española, la convocatoria partió del sindicato Jóvenes Agricultores (JA) y la Federación departamental de los sindicatos de los explotadores agrícolas (FDSEA) de los Pirineos Orientales.
Precisamente por su cercanía con España, uno de los países que exporta más productos agrícolas a Francia, Perpiñán es un escenario frecuente del descontento del campo francés, que ha revitalizado las protestas para presionar al Gobierno galo e impedir que se apruebe el pacto entre la UE y el Mercosur.
Actualmente, las negociaciones entre la UE y el Mercosur continúan y la Comisión Europea sostiene que el acuerdo traerá beneficios para la UE en su conjunto.
(Con información de EFE)