Los centros de votación en Rumania han abierto este domingo para las novenas elecciones presidenciales, en las que cerca de 18 millones de ciudadanos están llamados a decidir el futuro político del país.
Estas elecciones se producen en un momento crucial, marcado por desafíos económicos y sociales, además de la creciente inestabilidad en Europa del Este debido a la guerra en Ucrania y las tensiones con Rusia.
Con el fin del mandato del actual presidente, Klaus Iohannis, quien no puede optar a un tercer período tras haber sido elegido en 2014 y reelegido en 2019, los rumanos votarán entre candidatos que representan diversas posturas políticas y estratégicas para el país.
Según la agencia estatal de noticias Agerpres, los favoritos incluyen al primer ministro Marcel Ciolacu, al líder de extrema derecha George Simion, y al ex ministro de Defensa Nicolae Ciucă. Marcel Ciolacu, líder del Partido Socialdemócrata (PSD), encabeza las encuestas con aproximadamente un tercio de las intenciones de voto.
Ciolacu aboga por una mayor integración de Rumanía en la Unión Europea y su ingreso a la zona Schengen, subrayando la importancia de consolidar la presencia de Rumanía en Europa.
El segundo lugar, según las encuestas, podría ser ocupado por George Simion, líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR). Simion, considerado por muchos un nacionalista de extrema derecha, defiende la permanencia de Rumanía en la OTAN mientras promueve una política de neutralidad y no intervención en conflictos internacionales.
En tercer lugar, se encuentra Nicolae Ciucă, del Partido Nacional Liberal (PNL) y exministro de Defensa. Ciucă se presenta como un fuerte defensor de la adhesión de Rumanía a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y del fortalecimiento de la alianza estratégica con Estados Unidos y la OTAN.
Otros candidatos destacados son Elena Lasconi, de la Unión Salvemos Rumanía (USR), y Mircea Geoană, exvicesecretario general de la OTAN, quien se postula como candidato independiente.
En cuanto al formato de las votaciones, el sistema electoral rumano exige que el presidente sea elegido por mayoría absoluta. Es probable que el resultado se decida en esta segunda vuelta debido a la fragmentación del voto.
Las elecciones llegan en un momento difícil para Rumanía. A nivel interno, el país enfrenta desafíos económicos significativos, como la inflación y el desempleo, además de problemas sociales relacionados con la desigualdad y la emigración. A nivel internacional, el próximo presidente deberá gestionar las crecientes tensiones en la región, derivadas de la guerra en Ucrania y la postura agresiva de Rusia en Europa del Este.
Además, el país tiene la tarea de avanzar en su integración con Europa, consolidar su posición en la OTAN y gestionar relaciones estratégicas clave con Estados Unidos. Los votantes, conscientes de la importancia de esta elección, decidirán no solo el futuro político inmediato, sino también el papel de Rumanía en el escenario global.
Con los colegios electorales abiertos hasta las 21:00 horas (hora local), los resultados preliminares se esperan en las próximas horas. Si ninguna candidatura alcanza la mayoría absoluta, el país se preparará para una decisiva segunda vuelta que definirá la presidencia.
(Con información de EP y AFP)