Imágenes satelitales estadounidenses expusieron que China desplegó una flota de portaaviones en aguas cercanas, lo que demuestra que la fuerza naval más grande del mundo sigue mejorando sus capacidades, en medio de las crecientes tensiones con Filipinas y Taiwán.
Según informó Newsweek, las fotos -provistas por el satélite Landast 8, desarrollado por la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos- muestran al portaaviones CNS Liaoning navegando en el mar de Bohai, al sur del país, poco después de que, el último mes, participara de otras operaciones conjuntas con dos portaaviones en el mar de China Meridional, al noreste.
Se trata de un buque de guerra con un desplazamiento total de 66.000 toneladas.
A la par, se capturó al CNS Fujian -el más avanzado de su clase en la flota de Beijing- cuando salía del astillero Jiangnan, en Shanghai, para iniciar su quinta ronda de ejercicios en agua. Según expertos en el tema, en esta oportunidad, la nave de 80.000 toneladas probará un innovador sistema de despegue asistido por catapulta que, gracias al uso de electromagnetismo, representa un importante avance en la capacidad operativa de estas naves.
Imágenes tomadas por individuos en China sumaron que a bordo del buque se identificaron dos tipos de aviones, sumó Newsweek.
China es, de momento, la fuerza naval más fuerte del mundo, con más de 370 barcos y submarinos, entre los que destacan tres portaaviones de propulsión convencional. Además, a mediados de mes, la agencia de noticias AP informó que el gigante asiático había finalizado la construcción de un reactor nuclear terrestre diseñado para un buque de gran superficie, lo que sugirió que podría estar preparándose el primer portaaviones con propulsión nuclear.
Todas estas noticias dan cuenta de la voluntad de Xi Jinping de seguir mejorando su capacidad de ataque y de ingresar en “la exclusiva liga de las potencias navales de primera clase, un grupo actualmente limitado a Estados Unidos y Francia”, explicó el investigador del Carnegie Endowment for International Peace, Tong Zhao. Sin embargo, este deseo no se limita al entorno marino únicamente.
En el último tiempo, Beijing también expuso importantes avances en lo que respecta a la aviación, como complemento de su poderío naval. Durante una exposición este mes, los expertos chinos presentaron el caza J-15T, un avión de combate que opera con el sistema de despegue asistido por catapulta, en línea con la tecnología implementada en los barcos.
Este diseño le permite transportar más combustible y municiones, y le da una mayor eficiencia y autonomía en sus operaciones.
También se introdujeron el J-15D, de la misma familia, los J-20S y J-35A y otros cinco aviones de guerra.
A raíz de estos avances, y en medio de las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico, Estados Unidos reforzó su presencia en la región, con el envío de 11 portaaviones. Entre ellos están el USS George Washington, que tendrá su base en el puerto de Yokosuka, en Japón, y el USS Abraham Lincoln, que desde este jueves está en el extremo norte del estrecho de Malaca.
De esta manera, Washington refuerza su compromiso con Manila y Taipéi en lo que respecta a su defensa y soberanía, mientras que Beijing se esfuerza por expandir su influencia y contrarrestar las alianzas de los aliados.