La Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) adoptó este jueves una resolución que condena la falta de cooperación del régimen de Irán sobre su programa nuclear y solicita al organismo que elabore un “informe integral” sobre las actividades atómicas de la República Islámica.
La resolución, presentada por Alemania, Francia y Reino Unido con el respaldo de Estados Unidos, fue aprobada por la Junta -el órgano ejecutivo del OIEA- con 19 votos a favor, 12 abstenciones y 3 en contra.
China, Rusia y Burkina Faso fueron los tres miembros de la Junta que se opusieron al documento, informaron fuentes diplomáticas en Viena.
El objetivo de la resolución es presionar a Teherán para que cumpla con sus compromisos legales de garantizar que no usa materiales atómicos para fines militares, después de haber fracasado el acuerdo nuclear de 2015.
Ese pacto, que establecía importantes limitaciones al desarrollo nuclear iraní a cambio de alivio en las sanciones internacionales, sobre todo económicas, se debilitó tras la retirada unilateral de Estados Unidos en 2018 bajo la administración de Donald Trump.
Irán reaccionó a ello violando los compromisos establecidos, lo cual acabó por dejar obsoleto el acuerdo que había sido alcanzado tras décadas de arduas negociaciones.
La resolución refleja la creciente preocupación por la falta de transparencia de Irán y la necesidad de reactivar la supervisión del OIEA en áreas clave, como el enriquecimiento de uranio y el acceso a sitios no declarados donde se han encontrado rastros de material nuclear.
La resolución llega después de que el OIEA -la agencia nuclear de la ONU- informase el martes a sus Estados miembros de que Irán ralentizó ligeramente su producción de uranio enriquecido al 60% de pureza, cercano al uso militar al 90%, pero acumula ya 182,3 kilos.
El organismo con sede en Viena indicó en un informe confidencial que la ralentización no es accidental y apunta a que Irán ha iniciado ciertos preparativos para detener el enriquecimiento a ese nivel.
Con todo, el OIEA muestra su preocupación de que Irán siga con su programa de producción de uranio altamente enriquecido y recuerda que es el “único Estado no poseedor de armas nucleares que lo hace”.
El informe señala que durante la visita de la semana pasada a Irán del director general del OIEA, Rafael Grossi, se abordó “la posibilidad de que Irán no ampliara su inventario de uranio enriquecido al 60%”.
Fuentes diplomáticas indicaron que esa propuesta de buena voluntad dependía de que no se presentasen resoluciones contra Irán.
Otra fuente pidió no caer en ingenuidades con Irán dado su historial de incumplimientos y aseguró que Teherán, en primer lugar, no debería estar enriqueciendo uranio al 60% y que el precio de la posible congelación del enriquecimiento no puede ser dejar de criticar su falta de transparencia.
Por otra parte, en pequeño grupo de iraníes exiliados, opositores al régimen islamista del país, se manifestaron el miércoles ante la sede de la ONU en Viena para pedir sanciones económicas y medidas que frenen el programa atómico que, aseguran, busca producir armas nucleares.
“Los mulás son terroristas nucleares y su régimen es una amenaza para la paz mundial”, aseguró Ehsan Ayatollahi, portavoz del grupo de manifestantes, partidarios del grupo opositor Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI).
La protesta, en la que participaron unas 30 personas, se celebró coincidiendo con una reunión de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en la que se trató el polémico programa atómico de Irán, del que sigue habiendo dudas de si tiene o tuvo un objetivo militar.
(Con información de EFE)