Las Fuerzas Armadas de Ucrania estimaron que el grueso de los soldados norcoreanos desplegados en la provincia rusa de Kursk finalizará su formación para finales de noviembre antes de entrar en combate a gran escala.
El periodo de formación y aclimatación de los 11.000 efectivos del Ejército de Corea del Norte desplegados ya en territorio ruso, como parte de un acuerdo de defensa de Moscú y Pyongyang, se ha pospuesto ya por tercera vez, según una fuente de las Fuerzas Armadas consultada por agencias ucranianas.
Esta misma semana, las autoridades ucranianas restaron importancia a la efectividad que estos soldados podrían tener en el devenir del frente.
El comandante de las Fuerzas Aerotransportadas, Igor Skibyuk, afirmó que no suponen ningún peligro. “Cuando empiece nuestro contraataque, veremos cuánto valen”, dijo.
Los servicios de Inteligencia de Seúl y Washington han señalado que algunos soldados norcoreanos han participado ya en pequeñas escaramuzas en Kursk, si bien gran parte de los 11.000 efectivos serán destinados a las fuerzas aerotransportadas y a los marines.
En otro orden, el régimen de Corea del Norte recibió misiles antiaéreos y otros sistemas de defensa por parte de Rusia como pago por el envío de soldados para apoyar su invasión a Ucrania, según confirmó este viernes el consejero de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Shin Won-sik.
“Creemos que Rusia ha provisto de equipamientos y misiles antiaéreos para fortalecer las vulnerables defensas aéreas de Pyongyang”, explicó Shin en una entrevista con la cadena surcoreana SBS.
El funcionario surcoreano detalló que además de los misiles antiaéreos, Moscú proporcionó diversas tecnologías militares avanzadas, especialmente relacionadas con satélites. Esto incluye apoyo tras el fallido intento de Pyongyang de poner en órbita un satélite espía en mayo.
La colaboración militar entre Rusia y Corea del Norte no es nueva, pero ha alcanzado un nivel crítico con este intercambio.
Pyongyang busca aprovechar la alianza para reforzar sus capacidades tecnológicas y militares, incluyendo sistemas de vigilancia y armamento avanzado, mientras Moscú obtiene refuerzos en el campo de batalla en Ucrania.
Shin también afirmó que el régimen de Kim Jong-un recibió ayudas económicas como parte del acuerdo con Rusia.
La OTAN y Ucrania mantendrán conversaciones de emergencia
La OTAN y Ucrania mantendrán conversaciones de emergencia el martes después de que Rusia atacara una ciudad central con un misil balístico hipersónico experimental que intensificó la guerra que dura casi 33 meses.
El conflicto está “entrando en una fase decisiva”, dijo el viernes el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, y “está adquiriendo dimensiones muy dramáticas”.
El parlamento de Ucrania canceló una sesión debido a que se reforzó la seguridad tras el ataque ruso del jueves a una instalación militar en la ciudad de Dnipro.
En una dura advertencia a Occidente, el presidente Vladimir Putin dijo en un discurso televisado a nivel nacional a su nación que el ataque con el misil Oreshnik de alcance intermedio fue una represalia por el uso por parte de Kiev de misiles estadounidenses y británicos de mayor alcance capaces de penetrar más profundamente en territorio ruso.
Putin dijo que los sistemas de defensa aérea occidentales serían incapaces de detener el nuevo misil.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, mantuvo el tono belicoso el viernes, culpando a “las decisiones y acciones imprudentes de los países occidentales” al suministrar armas a Ucrania para atacar a Rusia.
“La parte rusa ha demostrado claramente sus capacidades, y los contornos de futuras acciones de represalia en caso de que no se tengan en cuenta nuestras preocupaciones también han sido delineados con bastante claridad”, dijo.
(Con información de Europa Press y EFE)