El Gobierno de Estados Unidos anunció este semana un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania valorado en 275 millones de dólares, que incluye la provisión de equipos de protección química, biológica, radiológica y nuclear (CBRN). Este enfoque responde a las necesidades más urgentes de Ucrania en el contexto del conflicto con Rusia, en un momento de creciente preocupación por las políticas nucleares de Moscú.
Según un comunicado del Departamento de Defensa, el paquete también tiene munición para los Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS), proyectiles de artillería de 155 y 105 milímetros, y municiones de mortero de 60 y 81 milímetros. Además, se enviarán drones, misiles guiados por cable y con seguimiento óptico (TOW), sistemas antitanque, armas de pequeño calibre con su respectiva munición, así como equipo de demolición.
Asimismo, el envío contempla repuestos, equipo auxiliar, servicios, capacitación y transporte.
Este envío forma parte de un aumento en la asistencia militar ordenada por el presidente Joe Biden a finales de septiembre, y representa el septuagésimo tramo de equipo militar proporcionado por Estados Unidos desde agosto de 2021.
Las armas serán proporcionadas mediante una medida presidencial especial, que le permite al Pentágono enviar rápidamente a Ucrania suministros de sus propias reservas.
Aunque este anuncio no incluyó minas antipersona, medios estadounidenses informaron que el presidente Joe Biden habría autorizado su suministro bajo condiciones específicas. Según un reporte de The Washington Post, estas minas se utilizarían exclusivamente en territorio ucraniano y bajo estrictas restricciones, incluyendo la prohibición de su uso en zonas habitadas por civiles.
La inclusión de equipamiento de protección nuclear adquiere mayor relevancia tras el decreto firmado recientemente por el presidente ruso, Vladímir Putin, que actualiza la doctrina nuclear de su país. Este documento contempla el uso de armamento nuclear en respuesta a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia o Bielorrusia, así como la consideración de un “ataque conjunto” si un país sin capacidad nuclear actúa respaldado por una potencia atómica.
Desde el inicio de la invasión rusa, Estados Unidos ha trabajado con unos 50 aliados para garantizar que Ucrania reciba los recursos necesarios para enfrentar la agresión. Las fuerzas ucranianas han obtenido un amplio abanico de armamento avanzado, que incluye vehículos blindados, aviones de combate, misiles de alta precisión, drones, ojivas de alto poder destructivo y lanzadores portátiles.
En su comunicado, el Pentágono reafirmó su compromiso de garantizar que “los valientes defensores de Ucrania reciban las capacidades críticas necesarias para luchar”.
(Con información de EFE)