La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, presentó este martes una denuncia ante el Tribunal Constitucional para impugnar los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 26 de octubre, cuyos resultados han sido cuestionados por la oposición y actores internacionales.
Según el abogado presidencial, Eka Beselia, la mandataria prooccidental fundamenta su recurso en “violaciones generalizadas de la universalidad del voto y del secreto del escrutinio”. Los comicios otorgaron al partido gobernante Sueño Georgiano una mayoría parlamentaria con 89 de los 150 escaños, tras recibir el 53,89% de los votos.
La oposición, integrada por una coalición prooccidental que obtuvo el 37,79% de los sufragios y 61 escaños, denuncia fraude electoral y exige la repetición de las elecciones. Zurabishvili acusa al partido oficialista de implementar un “sofisticado sistema de fraude basado en una metodología rusa”.
Las irregularidades denunciadas han provocado protestas en el país. Este martes, manifestantes opositores bloquearon una avenida céntrica de Tiflis. La policía antidisturbios intervino para despejar la vía, resultando en la detención de 16 personas, según informaron las autoridades. Nika Gvaramia, líder opositor, aseguró que algunos miembros de su partido fueron golpeados durante la operación.
Sueño Georgiano, en el poder desde 2012, enfrenta acusaciones de autoritarismo prorruso y de intentar alejar a Georgia de su aspiración de adhesión a la Unión Europea (UE) y la OTAN, objetivos inscritos en la constitución del país. La UE consideraba estas elecciones como una prueba clave para evaluar las perspectivas de integración de Georgia.
Zurabishvili, cuyo mandato presidencial termina en diciembre, aseguró que no dejará el cargo hasta que se celebren nuevas elecciones bajo la supervisión de una investigación internacional. “Las elecciones no son válidas, lo que significa que no puede haber un nuevo parlamento, nuevo gobierno y presidente,” declaró la mandataria, destacando la necesidad de reformar el sistema electoral.
Sin embargo, el secretario ejecutivo de Sueño Georgiano, Mamuka Mdinaradze, afirmó que la denuncia presidencial no alterará el calendario legislativo, y confirmó que la primera sesión del Parlamento tendrá lugar el 25 de noviembre.
La crisis política sigue profundizándose, mientras la comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de los acontecimientos en este país clave del Cáucaso.
Renuncias anunciadas
El líder prorruso de la región separatista de Abjasia, en Georgia, renunció este martes después de días de disturbios, en los cuales la oposición y sus partidarios tomaron edificios gubernamentales clave y al menos 14 personas resultaron heridas en enfrentamientos con la policía.
Los manifestantes asaltaron los edificios el viernes para protestar contra nuevas medidas que permiten a los rusos comprar propiedades en la región costera, y exigieron la destitución del autoproclamado presidente abjasio, Aslan Bzhania, quien cuenta con el respaldo de Moscú.
Bzhania dijo que estaba preparado para renunciar si los manifestantes cedían el control de los edificios, pero la oposición se negó a hacerlo hasta que él renunciara.
El martes se alcanzó un acuerdo para poner fin a los disturbios, informaron medios rusos: Bzhania presentó su renuncia y la oposición accedió a abandonar los edificios ocupados. El medio estatal ruso Sputnik citó al vicepresidente abjasio Badra Gunba diciendo que el acuerdo se alcanzó después de más de nueve horas de negociaciones.
(Con información de AFP, EFE y AP)