Las autoridades de Estados Unidos anunciaron este martes la imposición de sanciones contra seis altos cargos del grupo terrorista Hamas, de los cuales tres se encuentran actualmente en suelo turco, en un intento de bloquear la financiación que llega a los milicianos.
El Departamento del Tesoro del país norteamericano ha indicado en un comunicado que entre los sancionados hay un alto cargo del ala militar del grupo terrorista palestino, así como varios miembros encargados de “recaudar fondos para el movimiento e introducir armas en Gaza de contrabando”.
“Hamas sigue contando con miembros clave que aparentemente (...) facilitan sus actividades terroristas, representan sus intereses en el extranjero y coordinan la transferencia de dinero y bienes a Gaza”, afirmó Bradley Smith, secretario adjunto en funciones del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
“El Tesoro mantiene su compromiso de desbaratar los esfuerzos de Hamas por obtener ingresos adicionales y exigir responsabilidades a quienes facilitan las actividades terroristas del grupo”, dijo.
Entre los sancionados se encuentra Abd al Rahmán Ismail abd al Rahmán Ghanimat, un antiguo miembro del ala militar de Hamas que ahora reside en Turquía y al que Washington acusa de estar implicado en varios atentados terroristas.
Otros dos sancionados están también afincados en Turquía —Musa Daud Muhammad Akari y Salama Mari—, mientras que Basem Naim reside en Gaza y ha sido acusado de participar en las acciones de Hamas. Los otros dos miembros son Ghazi Hamad, Mohammad Nazzal.
Qué queda de Hamas en Gaza
La ofensiva israelí en Gaza, que comenzó tras el ataque sorpresa de Hamas el 7 de octubre de 2023, ha dejado intensos bombardeos y operaciones terrestres por parte del Ejército de Israel, que afirma haber neutralizado 23 de las 24 unidades de combate del grupo terrorista, lo que ha reducido considerblemente su capacidad militar.
Sin embargo, los restos de la infraestructura administrativa y social de Hamas siguen desempeñando un papel en la vida diaria de los desplazados palestinos, de acuerdo a una investigación hecha por el diario inglés Financial Times.
A pesar del intenso asedio, Hamas sigue ejerciendo control mediante un gobierno informal que abarca desde la provisión de servicios sociales hasta la gestión del orden público. Ejemplos de esta autoridad residual incluyen la asignación de recursos en los campamentos y la imposición de medidas de seguridad, como se evidenció con las palizas a presuntos ladrones, grabadas y difundidas por medios vinculados a la organización. “Están tratando de gobernar las ruinas”, comentó Yusuf, reflejando la paradoja de un gobierno terrorista que continúa funcionando a pesar del colapso físico de la Franja de Gaza.
La resistencia de Hamas no se limita a la estructura militar. Como movimiento inspirado en los Hermanos Musulmanes, los yahadistas han estado profundamente arraigados en la sociedad palestina desde que desplazaron a Fatah del poder en 2007. A lo largo de los años, el grupo extremista ha establecido una red de ministerios y programas sociales que son difíciles de desmantelar, incluso después de ataques devastadores. Muchos de estos ministerios están encabezados por civiles con lazos políticos, no militares, lo que ha permitido a Hamas mantener su presencia administrativa.
La situación humanitaria en Gaza se encuentra en niveles críticos, con más de 43.000 palestinos muertos y casi la totalidad de los 2,2 millones de habitantes desplazados, según informaron autoridades locales. En este escenario, los recursos esenciales son prácticamente inexistentes y las infraestructuras han sido destruidas, creando un ambiente de desesperación extrema.
La eliminación de Yahya Sinwar, líder de Hamas y señalado como el principal estratega del ataque del 7 de octubre, marcó un impacto simbólico pero no destruyó al grupo. Sinwar, conocido por sus discursos y habilidades para la movilización, murió durante un enfrentamiento con tropas israelíes. Un oficial militar israelí destacó que “Sinwar era poderoso, pero Hamas es más que un hombre”, subrayando la resiliencia de la organización.
En el ámbito internacional, Hamas mantiene actividades fuera de Gaza, con líderes y representantes operando desde ciudades como Doha y Beirut, además de vínculos con Irán y China. Según los informes, el grupo conserva recursos financieros significativos obtenidos de donaciones internacionales y fondos desviados de bancos palestinos, lo que sustenta sus operaciones insurgentes. Esta red global refleja la dificultad de erradicar por completo al movimiento.
(Con información de Europa Press)