La premio Nobel de la Paz iraní Narges Mohammadi y otras prisioneras de la cárcel de Evin de Teherán pidieron este sábado al pueblo de Irán adoptar “medidas decisivas para poner fin a los asesinatos injustos”, en referencia a las penas de muerte dictadas contra opositores.
“Nosotras, las mujeres de la prisión de Evin, hacemos un llamamiento al pueblo de Irán (expertos jurídicos, dirigentes de la sociedad civil y activistas) para que responda activamente y detenga a la República Islámica de sacrificar vidas en su venganza contra los movimientos por la libertad y la igualdad”, instaron las prisioneras en una declaración publicada en la cuenta de X de Mohammadi, gestionada por su familia desde París.
El grupo de mujeres encarceladas condenó “el uso cada vez mayor de la pena de muerte por parte de la República Islámica como herramienta de represalia política”.
Alertaron que más de 42 presos políticos que se enfrentan actualmente a la amenaza inminente de ejecución, entre ellos las activistas kurdas Varishe Moradi, y Pakhshan Azizi, ambas acusadas de “rebelión armada contra el Estado”.
Al describir “las brutales tácticas empleadas por el régimen, que incluyen la tortura y acusaciones falsas”, la declaración destacó la necesidad imperiosa de una “resistencia colectiva” para proteger los movimientos por la libertad y la igualdad en Irán.
En este sentido, las prisioneras exigieron la abolición inmediata de todas las penas de muerte, haciendo hincapié en la urgencia de salvar vidas en medio de los “intentos del gobierno de aplastar la disidencia”.
El incremento en las condenas a muerte ha tenido lugar tras las protestas desencadenadas por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, en septiembre de 2022, que además de exigir libertades, demandaron el fin de la República Islámica durante meses.
Sin embargo, las autoridades lograron contener las revueltas con una brutal represión que se saldó con unos 500 muertos, 22.000 detenidos y 10 ejecutados, hasta la fecha.
La pena de muerte es legal en Irán, un país que, sin embargo, no publica datos oficiales de ejecuciones
Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos han denunciado repetidamente el uso excesivo de la pena de muerte en Irán, criticando que pese a la creciente presión internacional para limitar o abolir esta práctica, el país continúa empleándola de manera habitual.
Desde el inicio de este año hasta principios de agosto, las autoridades iraníes aplicaron 345 penas capitales, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
En 2023, al menos 853 personas fueron ejecutadas en todo Irán, lo que supuso un aumento del 48% con respecto a 2022, ubicando al país en el segundo lugar a nivel mundial.
(Con información de EFE)