Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, coincidieron este sábado en la necesidad de garantizar que las decisiones sobre el uso de armas nucleares permanezcan bajo control humano, durante una reunión bilateral en Lima, tras la cumbre de líderes del APEC.
El diálogo también abordó los riesgos asociados al uso de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito militar.
“Los dos líderes afirmaron la necesidad de mantener el control humano sobre la decisión de utilizar armas nucleares”, informó la Casa Blanca en un comunicado, subrayando que el encuentro incluyó un “diálogo sincero y constructivo sobre la IA”.
En la conversación, Biden y Xi destacaron la importancia de “abordar los riesgos de los sistemas” de inteligencia artificial y encontrar fórmulas para su desarrollo seguro.
También, el presidente de Estados Unidos y su homólogo chino insistieron en “considerar cuidadosamente los riesgos potenciales” de la IA y en “desarrollar la tecnología de manera prudente y responsable”, particularmente en aplicaciones militares.
Este tema fue uno de los principales puntos tratados durante la reunión bilateral, que se extendió por alrededor de una hora y 40 minutos en la capital peruana. El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, calificó el acuerdo sobre el control humano en el uso de armas nucleares como un resultado tangible de este tercer encuentro entre los mandatarios.
“Tenemos que empezar en algún punto, en principios básicos, y levantar desde ahí en relación con la necesidad de desarrollar una base común para reducir el riesgo nuclear”, señaló Sullivan. Añadió que un buen punto de partida es la “proposición directa de que debe haber control humano en las decisiones sobre el uso de armas nucleares”.
Sullivan destacó que este acuerdo no implica que exista un plan inminente de delegar el control de armas nucleares a sistemas de inteligencia artificial.
”No estoy diciendo que alguien fuera a entregar de manera inminente el control de las armas nucleares a una inteligencia artificial”, afirmó, calificando el acuerdo como un paso “en la buena dirección” para la mitigación de riesgos.
Según Sullivan, el diálogo refleja la preocupación por el “riesgo estratégico a largo plazo” derivado de la creciente capacidad de IA en ambos países.
Este compromiso entre Biden y Xi marca un esfuerzo conjunto para reducir riesgos estratégicos en el ámbito nuclear, en un contexto donde Estados Unidos y China poseen importantes capacidades de desarrollo en inteligencia artificial.
El acuerdo subraya la relevancia de establecer principios básicos para abordar los desafíos que plantea esta tecnología, especialmente en el sector militar.
Biden le dijo a Xi Jinping que la rivalidad entre EEUU y China no debe derivar en un conflicto
En la misma reunión, Joe Biden le dijo su homólogo chino, Xi Jinping, que la rivalidad entre los dos países no debe derivar en un “conflicto”, dos meses antes de entregar el poder a Donald Trump.
“Nuestros países no pueden permitir que nada de esta competencia derive en conflicto”, señaló el mandatario norteamericano.
Asimismo, el mandatario del gigante asiático sostuvo que su país estaba “listo para trabajar con una nueva administración”, mientras el presidente electo, Donald Trump, se prepara para asumir el cargo.
Sin mencionar el nombre de Trump, Xi pareció señalar su preocupación de que la retórica proteccionista del presidente entrante en la campaña electoral podría enviar la relación entre Estados Unidos y China a otro valle.
“China está dispuesta a trabajar con la nueva Administración estadounidense para mantener la comunicación, ampliar la cooperación y gestionar las diferencias, con el fin de lograr una transición estable de la relación entre China y Estados Unidos en beneficio de los dos pueblos”, dijo Xi a través de un intérprete.
Biden, por su parte, habló con pinceladas más amplias sobre el rumbo que ha tomado la relación y reflexionó no sólo sobre los últimos cuatro años, sino sobre su larga relación.
“En los últimos cuatro años, las relaciones entre China y Estados Unidos han experimentado altibajos, pero con nosotros dos al timón, también hemos entablado diálogos y una cooperación fructíferos, y en general hemos logrado la estabilidad”, manifestó.
Hay mucha incertidumbre sobre lo que está por venir en la relación entre Estados Unidos y China bajo la próxima administración de Trump, que hizo campaña prometiendo imponer aranceles del 60% a las importaciones chinas.
Muchas empresas estadounidenses, como Nike y el minorista de gafas Warby Parker, ya han diversificado sus fuentes de aprovisionamiento fuera de China. La marca de zapatos Steve Madden afirma que planea reducir sus importaciones de China hasta en un 45% el próximo año.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que los funcionarios de la administración Biden aconsejarán al equipo de Trump que la gestión de la intensa competencia con Pekín será probablemente el reto de política exterior más importante al que se enfrentarán.
Es un gran momento para Biden, que pone fin a más de 50 años en la política. Consideró que su relación con Xi era una de las más importantes de la escena internacional y dedicó muchos esfuerzos a cultivarla.
Biden y Xi se conocieron por primera vez en viajes por Estados Unidos y China cuando ambos eran vicepresidentes, interacciones que, según ambos, dejaron una impresión duradera.
“Durante más de una década, usted y yo hemos pasado muchas horas juntos, tanto aquí como en China y entre medias. Y creo que hemos pasado mucho tiempo tratando estos temas”, dijo Biden el sábado.
Pero los últimos cuatro años han presentado un flujo constante de momentos difíciles.
El FBI ofreció esta semana nuevos detalles de una investigación federal sobre los esfuerzos del régimen chino para piratear las redes de telecomunicaciones estadounidenses.
Las conclusiones iniciales han revelado una “amplia y significativa” campaña de ciberespionaje destinada a robar información de estadounidenses que trabajan en el gobierno y la política.
Los servicios de inteligencia estadounidenses también han determinado que China ha incrementado las ventas a Rusia de máquinas herramienta, microelectrónica y otras tecnologías que Moscú utiliza para fabricar misiles, tanques, aviones y otro armamento destinado a su guerra contra Ucrania.
Y las tensiones estallaron el año pasado después de que Biden ordenara el derribo de un globo espía chino que atravesó Estados Unidos.
(Con información de AP y EFE)