Los refugiados de la región rusa de Kursk, parcialmente ocupada por el ejército ucraniano desde inicios de agosto, solicitaron este jueves al presidente Vladímir Putin que ponga fin a “la maldita guerra, que se ha cobrado muchas vidas inocentes”.
En un mensaje en video dirigido al presidente ruso, alrededor de 40 habitantes de la aldea de Olgovka relataron: “El 6 de agosto de 2024 nuestra vida se dividió en un antes y un después”.
“Nuestro pueblo vivía una vida ordinaria. Imaginen una mañana soleada. Decenas de personas se apresuraban a sus trabajos, algunas hacia el campo, otras hacia la tienda. Las madres jóvenes llevaban a sus hijos a la guardería, donde había muchos niños...prácticamente no había casas vacías y abandonadas”, recordó un residente pensando en la vida en el pueblo antes del inicio de la incursión en Kursk.
“¿Y qué es ahora? Miras el pueblo e inmediatamente ves el argumento de una película de terror", expresó.
Los residentes también manifestaron que solo desean una “vida pacífica” para sus hijos, lejos del sonido constante del peligro de los misiles.
“Arregle esta situación, escuche a la gente que vive en la frontera”, le pidieron los refugiados a Putin.
Olgovka, una localidad con un poco más de 600 habitantes, es uno de los pueblos que el Ejército ruso ha logrado reconquistar en su contraofensiva para recuperar los territorios ocupados por Ucrania en la región de Kursk.
“Seguimos sin hogar... A menudo oímos a la gente decir que gracias a Dios estamos vivos. No, no todos están vivos“, aseguró un habitante. “Algunos de nuestros compañeros murieron, desaparecieron, ya que no se anunció la evacuación”.
Los refugiados señalaron además al presidente Vladímir Putin la insuficiencia de los subsidios para cubrir los gastos de una nueva vivienda y las dificultades para encontrar empleo fuera de su lugar habitual de residencia.
“Perdimos todas nuestras casas, tierras, coches, las granjas que no pudimos sacar. Nos echaron como a gatitos... No todo el mundo nos acoge como refugiados y mucha gente se niega o nos ofrece trabajo por unos céntimos”, lamentaron los habitantes.
Las autoridades rusas estimaron esta semana en 700.000 millones de rublos (alrededor de 7.000 millones de dólares) el costo de los trabajos de reconstrucción en la zona de la región de Kursk afectada por la operación militar de Ucrania.
“Está escrito que tardaremos cinco años en construir nuestros pueblos y casas. ¿Y qué debemos hacer durante esos cinco años?”, expresaron angustiados.
De acuerdo con la prensa occidental, Rusia ha desplegado en Kursk alrededor de 50.000 soldados, entre los cuales se encontraría un contingente de miles de soldados norcoreanos. El objetivo de esta concentración de fuerzas sería expulsar a las tropas enemigas antes de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, programada para el próximo 20 de enero.
(Con información de EFE)