El director del OIEA, Rafael Grossi, se reunirá mañana en Teherán con el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, en un intento de mejorar los contactos para esclarecer las dudas sobre el programa nuclear del país y en un momento que el propio diplomático ha calificado de “gran tensión” mundial.
Este será el primer encuentro de Grossi con Pezeshkian desde su elección como presidente de Irán el pasado verano.
El responsable de la agencia nuclear de la ONU también se verá con el ministro de Exteriores, Abbas Araqchi, que formó parte de las negociaciones que en 2015 llevaron a un histórico acuerdo entre Irán y las grandes potencias para asegurar que no pudiera desarrollar un arma atómica y, al tiempo, desarrollar y usar la tecnología nuclear.
En una reciente entrevista con la emisora CNN, Grossi aseguró que Irán dispone de suficiente material nuclear para fabricar una bomba atómica, aunque remarcó que el país no dispone en ese momento de ese armamento.
“Tenemos que negociar y trabajar para que eso no suceda”, dijo a ese medio Grossi desde Bakú, donde participa en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 29 (COP29).
Grossi señaló que esta visita es muy importante en un contexto de gran tensión internacional y cuando se está a la espera de si Irán responde a los bombardeos israelís del 26 de octubre, que fueron una represalia por el bombardeo iraní del 1 de octubre contra Israel.
El director del OIEA señaló que el nuevo Gobierno iraní ha dado señales de querer retomar los contactos para buscar soluciones y dijo que en ese contexto entiende la invitación para viajar a Irán.
Con todo, Grossi dijo que hasta ahora no ha visto cambios fundamentales en la actitud de Irán.
El pasado 9 de septiembre Grossi criticó la falta de progresos en la investigación para asegurar que el programa nuclear iraní no tiene ni ha tenido objetivos militares.
El OIEA lleva años tratando de aclarar el origen de trazas no naturales de uranio detectadas en tres localizaciones que Irán nunca declaró como parte de su programa atómico.
Las relaciones entre Irán y el OIEA se han ido deteriorando desde que Teherán dejó de respetar los compromisos adquiridos en el acuerdo nuclear de 2015, en respuesta a la salida de Estados Unidos del pacto en 2018, durante la primera presidencia de Donald Trump.
Desde entonces, Teherán ha reducido las inspecciones, ha enriquecido uranio por encima de los niveles permitidos, ha desconectado cámaras de vigilancia del OIEA en sus instalaciones y ha vetado a varios inspectores de las Naciones Unidas.
(Con información de EFE)