Estados Unidos declaró este martes que Israel ha tenido un progreso leve pero satisfactorio en aumentar el envío de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y que por lo tanto no limitará el envío de armas al país.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Israel “ha tomado medidas” para atender las demandas de EEUU sobre la situación en el enclave palestino en medio de la ofensiva militar contra el grupo terrorista Hamas y que las conversaciones con el gobierno israelí continúan porque Washington quiere ver más entrada de ayuda humanitaria.
“Israel ha tomado medidas durante los últimos meses, pero las conversaciones continúan porque necesitamos más, ciertamente necesitamos que llegue más ayuda a Gaza. Todavía hay trabajo por hacer, pero sin duda hemos visto algunas mejoras”, afirmó la portavoz.
En términos similares se posicionó en otra rueda de prensa el portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder, quien con lenguaje similar dijo que “Israel ha dado pasos para abordar algunas de las medidas” que pidieron en una carta los secretarios de Estado y de Defensa, Antony Blinken y Lloyd Austin, pero aseguró que es “necesario hacer más”.
EEUU expresó en octubre a Israel su preocupación constatando que la ayuda entregada a la Franja de Gaza había caído más del 50% y que la suministrada en septiembre fue la más baja de cualquier mes durante el año pasado. Exigió por ello “acciones urgentes y sostenidas” para revertir la situación y advirtió de que el apoyo armamentístico a Israel podría restringirse si el país no cumplía con las garantías dadas.
El portavoz del Pentágono destacó este martes que se ha abierto el cruce de Kisufim, ha vuelto a funcionar el corredor de las Fuerzas Armadas de Jordania o se han levantado restricciones contra las que se habían pronunciado organizaciones humanitarias.
“Desde el punto de vista del Gobierno de EEUU, estos son pasos de importancia crítica, pero vamos a seguir teniendo conversaciones sobre qué más se debe hacer”, dijo Ryder, convencido de que sin el envío de la carta y sin las conversaciones con los homólogos israelíes no se hubiera dado el progreso experimentado.
Vedant Patel, portavoz del Departamento del Estado, también dijo que el progreso debe ser aumentado y sostenido.
Por otra parte, la decisión de Washington de no limitar el envío de armas a Israel surge un día después de que el secretario de Estado Antony Blinken se reuniera con el asesor de seguridad nacional israelí Ron Dermer en Washington para evaluar los pasos que ha tomado Israel desde que Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin advirtieron en octubre de posibles repercusiones si en 30 días Israel no aumentaba la entrega de ayuda humanitaria.
El nuevo ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, pareció restar importancia al plazo el lunes, cuando dijo a reporteros que confiaba en que “el problema se resolverá”.
Israel lanzó una gran ofensiva el mes pasado en el norte de Gaza, donde sostiene que los terroristas de Hamas se habían reagrupado. La ayuda al enclave se desplomó en octubre, cuando entraron solo 34.000 toneladas de alimentos, o menos de la mitad que en septiembre, de acuerdo con los datos israelíes. Agencias de la ONU dicen que llega incluso menos debido a las restricciones israelíes, a los combates y a la anarquía reinante, que dificulta la recogida y distribución de los suministros en el lado gazatí.
COGAT, el organismo militar israelí encargado de la ayuda humanitaria a Gaza, apuntó que el descenso en el número de camiones en octubre se debió a los cierres de los cruces fronterizos debido a festividades judías y la conmemoración del ataque encabezado por Hamas del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra.
La distribución de la ayuda también se ve obstaculizada por el fracaso de la ONU y de otras agencias para recoger la ayuda que entra en el territorio, lo que provoca cuellos de botella y saqueos por parte de Hamas y de familias del crimen organizado en la Franja, dijo un funcionario israelí que habló con la agencia de noticias AP bajo condición de anonimato de acuerdo con la normativa militar. Estimó que, algunos días, es robado hasta el 40% de la ayuda.
Israel anunció el lunes una pequeña expansión de su “zona humanitaria” costera, donde cientos de miles de palestinos se han refugiado en extensos asentamientos de tiendas de campaña. También dio a conocer otras medidas, como conectar a la red eléctrica a una planta desalinizadora en Deir al Balah, en el centro de la Franja, y esfuerzos para llevar suministros para el invierno. El COGAT reportó el martes una entrega “táctica” de alimentos y agua en Beit Hanoun, una de las localidades más castigadas del norte de Gaza.
También el lunes por la noche, el gobierno de seguridad israelí aprobó un aumento de la ayuda para Gaza, que aumentará el número de camiones que entran el enclave cada día, según dijo a la AP un funcionario familiarizado con el asunto.
La guerra comenzó el año pasado cuando terroristas de Hamas irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, además de tomar a unas 250 como rehenes. Alrededor de un centenar siguen retenidas en Gaza, de las cuales se cree que un tercio habrían fallecido. Israel respondió con una campaña de bombardeos y una invasión terrestre por la que alrededor del 90% de la población palestina se ha visto obligada a abandonar sus hogares.
Estados Unidos ha enviado miles de millones de dólares en ayuda militar a Israel durante la guerra y lo ha protegido de los llamados internacionales a un alto al fuego mientras presiona para permitir la entrada de más ayuda humanitaria. La cantidad de suministros que llegan al enclave aumentó debido a la presión de Washington la primavera pasada.
El presidente electo Donald Trump ha prometido poner fin a las guerras en Medio Oriente, aunque no ha dicho cómo. Fue un firme defensor de Israel durante su mandato anterior, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice que han hablado tres veces desde su reelección la semana pasada.
(Con información de AP y EFE)