Corea del Norte ratificó un histórico tratado de defensa con Rusia, informó el martes la prensa estatal, un pacto que sella una cooperación de seguridad cada vez más profunda entre ambos países en medio de la invasión rusa a Ucrania.
La agencia de noticias estatal KCNA aseguró que el acuerdo “fue ratificado como un decreto” firmado por el dictador norcoreano Kim Jong-un el 11 de noviembre.
El anuncio se produce al día siguiente de que Moscú indicara que el presidente ruso Vladimir Putin firmó igualmente este tratado de defensa mutua.
Concluido durante una inusual visita de Putin a Pyongyang en junio, el tratado entre los dos países, enemigos de Estados Unidos, prevé en especial “una ayuda militar inmediata” recíproca en caso de ataque contra uno de los dos países.
Corea del Norte se ha convertido en uno de los principales apoyos de la ofensiva a gran escala de Rusia contra Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
Según Kiev, unos 11.000 militares norcoreanos están ya desplegados en Rusia y han comenzado a combatir a los ucranianos en territorio ruso, en la región de Kursk, una parte de la cual está ocupada por las fuerzas ucranianas desde agosto.
Rusia, que hasta ahora no ha confirmado ni desmentido la presencia de tropas norcoreanas en su territorio, asegura que el tratado con el régimen de Pyongyang es de “naturaleza defensiva y no está dirigido contra la seguridad de terceros países”.
Este acuerdo formaliza meses de intensificación de la cooperación en materia de seguridad entre ambos países, que fueron aliados comunistas durante la Guerra Fría.
Igualmente, el pacto compromete a los dos países a cooperar a nivel internacional frente a las sanciones occidentales y a coordinar sus posiciones en Naciones Unidas.
La ministra norcoreana de Relaciones Exteriores, Choe Son Hui, viajó recientemente a Moscú, donde afirmó que su país “se mantendría firmemente del lado de los camaradas rusos hasta el día de la victoria”.
Desde Kiev, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, advirtió que la participación de soldados norcoreanos en las tropas rusas que combaten en Ucrania representa una “globalización de la guerra” con repercusiones potenciales tanto en la región como en el Lejano Oriente.
Borrell subrayó la urgencia de intensificar la presión diplomática sobre Corea del Norte para impedir que Pyongyang continúe enviando soldados a apoyar a Rusia. En este sentido, destacó la importancia de su reciente visita a Corea del Sur, donde se reunió con representantes de Seúl para coordinar posibles respuestas ante la creciente cooperación entre Rusia y Corea del Norte.
El funcionario europeo también enfatizó la necesidad de que los aliados occidentales de Ucrania permitan el uso de su armamento en ataques contra objetivos militares en territorio ruso, una solicitud que Kiev considera crucial, pero que hasta ahora no ha recibido aprobación.
Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, confirmó el pasado jueves que las tropas norcoreanas integradas en las filas del Ejército de Rusia han sufrido ya sus primeras bajas en combate en la región de Kursk. “Sí, ya ha habido pérdidas. Es un hecho”, afirmó Zelensky durante una rueda de prensa en Budapest, al finalizar la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada en la capital húngara.
Zelensky advirtió nuevamente que Putin evalúa de cerca la reacción de la comunidad internacional ante la incorporación de soldados extranjeros en el conflicto, específicamente la entrada de tropas regulares norcoreanas. Según el presidente ucraniano, Putin podría sumar más combatientes extranjeros al Ejército ruso si este despliegue inicial no recibe una respuesta occidental más contundente que la observada hasta ahora.
“Putin siempre mira qué reacción tiene el mundo, y por el momento la reacción no es suficiente”, afirmó Zelensky, insistiendo en la necesidad de una postura más firme de los aliados de Ucrania.
(Con información de EFE, AFP y Europa Press)