El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur denunció este sábado que el régimen de Corea del Norte está interfiriendo por segundo día consecutivo en la señal GPS, lo que afecta a la navegación marítima y aérea civil.
Decenas de buques y aviones se han visto afectados por estas interferencias, procedentes de las regiones norcoreanas de Haeju y Kaesong -ubicadas cerca de la frontera-, según el comunicado militar recogido por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Los vehículos afectados, principalmente en el mar Amarillo, han sido ya alertados de estas interferencias, que sin embargo no habrían afectado a las operaciones militares.
“Corea del Norte debería interrumpir de inmediato las provocaciones por GPS”, advirtió el Ejército surcoreano, que amenaza con que los responsables “tendrán que rendir cuentas”.
Este incidente ocurre después de días de demostraciones de fuerza de ambos países enfrentados desde la guerra de Corea de los años 1950, que determinó la división actual de esa península del noreste de Asia. El régimen del dictador Kim Jong-un lanzó un misil balístico intercontinental más avanzado y varias salvas de proyectiles de corte alcance. De su parte, tropas surcoreanas dispararon el viernes un misil balístico de corto alcance para demostrar su “fuerte resolución para responder con firmeza a cualquier provocación norcoreana”.
Las ya complicadas relaciones entre Seúl y Pyongyang se agriaron todavía más por el refuerzo de la alianza entre Rusia y Corea del Norte y la firma de un tratado de defensa mutua entre ambas.
Estados Unidos y Corea del Sur aseguran que el régimen de Kim Jong-un envió tropas a Rusia para combatir contra Ucrania que, según los últimos datos de inteligencia, sumarían 10.000 efectivos.
En respuesta, el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol abrió la puerta a suministrar armamento a Ucrania, rompiendo su tradición de no aportar material bélico a países en conflicto.
“Riesgo real de incidentes graves”
Según el ejército surcoreano, no es la primera vez que Pyongyang intenta interferir las señales de GPS. Ya lo hizo en mayo, pero entonces no afectó las operaciones militares del Sur.
Los expertos advierten que este tipo de acciones pueden ocasionar otros incidentes más graves que agudicen las tensiones en la península de Corea.
“Todavía no está claro si hay una intención de desviar la atención del despliegue de tropas (en Rusia), de infundir inseguridad psicológica a los residentes en el Sur o de responder a las maniobras del viernes” de Seúl, dijo a la agencia de noticias AFP Yang Moo-jin, presidente de la Universidad de Estudios Norcoreanos en Seúl.
“No obstante, los ataques de interferencia de GPS suponen un riesgo real de incidentes graves, incluidos posibles accidentes aéreos en el peor de los escenarios”, agregó.
Otra hipótesis planteada por Ahn Chan-il, un desertor norcoreano que ahora dirige el Instituto Mundial de Estudios Norcoreanos, es que Pyongyang quiera “proteger sus propias comunicaciones e intercambios de inteligencia durante operaciones militares críticas”.
Según la oficina presidencial de Corea del Sur, este aliado clave de Estados Unidos en el este de Asia también ha sufrido un aumento de los ciberataques procedentes de grupos prorrusos desde que denunció el despliegue de tropas norcoreanas en el frente de Ucrania.
(Con información de AFP y EuropaPress)