Israel abrirá el paso de Kissufim para facilitar el ingreso de ayuda humanitaria en Gaza y, a su vez, pondrá en marcha “rutas de entrega adicionales”, que ya han sido aprobadas, para agilizar la distribución de los productos dentro del territorio.
La noticia la dio a conocer el Gobierno de Estados Unidos, que el pasado 13 de octubre había enviado una carta al Ejecutivo de Tel Aviv a modo de ultimátum, en la que exigía la implementación de nuevas medidas que permitan aliviar la crisis humanitaria en la que miles de gazatíes están sumidos desde hace más de un año.
Entonces, el documento, firmado por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, instaba a sus homólogos a “aumentar todas las formas de asistencia humanitaria y poner fin al aislamiento del norte de Gaza” en los próximos 30 días, dado que la legislación estadounidense establece que quienes reciban su ayuda militar no pueden rechazar u obstruir “arbitrariamente” estas entregas de insumos básicos.
En las últimas horas, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, reconoció que “hemos visto a Israel dar una serie de pasos importantes en las últimas semanas (...) y planean abrir un nuevo cruce adicional en Kissufim en los próximos días”, por lo que el suministro de ayuda militar no está en riesgo. Se desconoce, sin embargo, de qué manera Washington supervisará su puesta en práctica y eficacia.
También, en la última semana, las autoridades israelíes permitieron la salida de 231 civiles en el enclave que padecían traumatismos graves y enfermedades crónicas, y necesitaban recibir tratamiento médico en el extranjero.
Desde esta primera advertencia de la Casa Blanca, Israel ha estado comunicando a menudo el ingreso de cientos de camiones y cargamentos en el enclave, como por ejemplo, los 2.200 palets de alimentos, agua, material sanitario y de higiene procedentes de los Emiratos Árabes Unidos, que fueron descargados en el puerto de Asdod en la última jornada. Estos paquetes están a la espera de su transporte en más de 300 camiones hasta los cruces de Erez Oeste y Kerem Shalom -al norte y sur de la Franja- donde, tras una inspección, serán ingresados al enclave.
Una vez allí, el COGAT -el organismo militar que se encarga de estos operativos- cederá el mando a los organismos humanitarios en Gaza, que recogerán y distribuirán el material de manera independiente.
No obstante los anuncios israelíes, según informó la ONU, en octubre apenas 990 camiones con asistencia entraron en la Franja, lo que representa el número más bajo de todo el año y solo el 25% de la ayuda promedio que se recibía en el territorio en los meses anteriores. En contraste, en marzo se había habilitado el paso de 4.993 camiones.
“Toda la población del norte de Gaza está en riesgo de morir”, apuntó a finales de octubre Joyce Msuya, subsecretaria general en funciones para asuntos humanitarios y coordinadora de la ayuda de emergencia de Naciones Unidas, a la par que el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que la situación allí “es apocalíptica” dado que “la zona lleva asediada casi un mes, sin recibir ayuda básica ni suministros vitales, mientras continúan los bombardeos”.
(Con información de AFP y EFE)