El papa Francisco extendió este domingo su solidaridad con las víctimas de las devastadoras inundaciones en Valencia, España, que han dejado más de 210 muertos hasta el momento, mientras que también hizo un llamamiento global para repudiar la guerra, citando específicamente la Constitución italiana como modelo a seguir.
Durante el Ángelus en la Plaza de San Pedro, ante miles de fieles reunidos, el pontífice expresó su continua preocupación por la situación en Valencia, marcando la tercera ocasión en que aborda la tragedia española esta semana. “Continuamos rezando por Valencia y otros pueblos de España que sufren tanto en estos días”, dijo el pontífice, pidiendo a los fieles que se planteasen que podían hacer ellos por los afectados por las inundaciones.
“¿Qué hago yo por la gente de Valencia?: ¿rezo, ofrezco algo?, piensen en esta pregunta”, instó Francisco a los presentes, buscando movilizar la solidaridad internacional con las decenas de miles de afectados que lo han perdido todo.
Es la tercera ocasión en la que el papa envía su solidaridad a los afectados por las inundaciones, después de que el pasado viernes, tras el Ángelus por el día de los Difuntos, les expresase su “cercanía” e instase a rezar “por la población de la península ibérica, especialmente de la Comunidad Valenciana”. Un día antes, Francisco envió un mensaje en un vídeo dirigido al obispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal española, Luis Javier Argüello.
La situación en Valencia sigue siendo crítica con un número indeterminado de personas desaparecidas y miles de voluntarios trabajando en las zonas más afectadas, en medio de críticas por la insuficiencia de recursos de emergencia desplegados.
Como es habitual en las últimas semanas, el Papa también se refirió a los conflictos globales, aprovechando el Angelus para hacer un llamamiento más amplio a favor de la paz mundial. Citando el artículo 11 de la Constitución italiana, que explícitamente repudia la guerra como medio de resolución de conflictos internacionales, Francisco urgió a que este principio “se aplique en todo el mundo.”
“Que se destierre la guerra, se afronten los problemas con el derecho y la negociación, se silencien las armas y se dé espacio al diálogo,” declaró el Pontífice, mencionando específicamente a “la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, y Sudán del Sur” como focos de preocupación.
El mensaje del Papa sobre la paz resonó particularmente en el contexto de un mensaje separado enviado con motivo del centenario de la Administración Apostólica de Estonia, donde comparó el actual conflicto en Ucrania con “los momentos más oscuros” de la historia europea.
En su mensaje al obispo de Tallín, monseñor Philippe Jourdan, el Papa enfatizó la importancia de la cooperación ecuménica en la construcción de una sociedad basada en “la paz, la justicia, la solidaridad y la dignidad de toda persona humana,” haciendo un llamado especial a tender “la mano de la amistad a los refugiados y a los más vulnerables.”
Francisco también reconoció el trabajo de los voluntarios de la ONG Emergency del sur de Roma, elogiando su compromiso con los principios de paz establecidos en la Constitución italiana. Su mensaje reiteró la posición consistente del Vaticano en favor del diálogo y la negociación como medios para resolver conflictos internacionales.