Dmitry Medvedev, ex presidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del gobierno de Vladimir Putin, advirtió este sábado que Moscú podría recurrir al uso de armas nucleares si considera que su supervivencia está en riesgo. En declaraciones a la emisora RT, subrayó que Estados Unidos se equivoca si cree que Rusia nunca cruzará esa “línea”.
“Los altos funcionarios estadounidenses creen que los rusos nunca lo harían, pero están equivocados”, afirmó Medvedev, según recogió la agencia de noticias TASS. Durante la entrevista, destacó que la clase política actual de Estados Unidos y Europa carece de la “visión de futuro y sutileza mental” que, en su opinión, caracterizaba al fallecido diplomático Henry Kissinger.
El político ruso remarcó que las advertencias emitidas desde Moscú deben ser tomadas con seriedad. “Si estamos hablando de la existencia de nuestro estado, como el presidente (Vladimir Putin) ha señalado repetidamente, simplemente no tendremos otra opción”, enfatizó.
Las tensiones en torno a la guerra en Ucrania, que se extiende ya por más de dos años y medio, han escalado, especialmente a medida que las fuerzas rusas avanzan en el este del país. Desde el Kremlin, se considera que el conflicto ha entrado en una fase particularmente peligrosa, con Occidente analizando nuevas formas de apoyo a Kiev.
Moscú ha enviado múltiples advertencias a Estados Unidos y sus aliados sobre las consecuencias de cualquier intervención que implique ataques de largo alcance en territorio ruso.
Por su parte, Washington insiste en que no busca escalar la guerra, a pesar de que funcionarios estadounidenses admiten que las relaciones bilaterales con Rusia están en su peor momento desde la Guerra Fría.
Mientras tanto, la OTAN señala que Corea del Norte ha enviado tropas a regiones occidentales de Rusia, lo que añade una nueva capa de complejidad al conflicto. Las señales de alerta de Moscú sobre la seguridad europea y la posible escalada de la guerra parecen haber sido ignoradas por los líderes occidentales, según sostienen las autoridades rusas.
En septiembre pasado, el propio Medvedev había dicho que “la paciencia” de su país “tiene un límite” en lo que respecta al empleo de armas nucleares, en caso de que Occidente autorice a Ucrania el uso de misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso.
“Rusia está siendo paciente. Después de todo, es evidente que una respuesta nuclear es una decisión extremadamente compleja con consecuencias irreversibles (...), pero toda paciencia tiene un límite”, escribió en su canal de Telegram.
Subrayó que “nadie necesita un conflicto nuclear”, motivo por el que “aún no se ha tomado una decisión” sobre el empleo de armas nucleares, sean estratégicas o tácticas.
“Aunque, digamos con franqueza, se dan para ellos condiciones formales que son comprensibles para toda la comunidad internacional y se corresponden con nuestra doctrina de disuasión nuclear. Por ejemplo, la misma Kursk”, señaló, en referencia a la región fronteriza en la que las tropas ucranianas controlan casi un centenar de localidades.
El ex presidente ruso, conocido por sus exabruptos en las redes sociales, parafraseó a los dirigentes occidentales al asegurar: “Los rusos hablan mucho sobre la respuesta con armas de destrucción masiva, pero no hacen nada (...) Los rusos no cruzarán la línea”.
En cambio, consideró que los que tienen razón son los analistas occidentales que advierten que Moscú podría recurrir al armamento de nueva generación, en alusión, supuestamente, al armamento hipersónico.
“Y, entonces, eso es todo. Una gigantesca mancha gris fundida en el lugar de la madre de (todas) las ciudades rusas” (Kiev), concluyó al final de su mensaje, en el que añadió en inglés: “Es imposible, pero ocurrió”.
(Con información de agencias)