Qatar reafirmó su rol como mediador en la guerra entre Israel y Hamas, y aseguró que seguirá trabajando por una solución diplomática al conflicto, independientemente de la posición de Estados Unidos, quien también participa de los diálogos.
El anuncio lo hizo el portavoz del Ministerio de Exteriores de Doha, Majed al Ansari, quien confirmó que su país está comprometido con poner fin al conflicto, sin importar el resultado electoral del próximo martes, aunque descartó que el recambio de la Casa Blanca pueda afectar este proceso.
“No prevemos ningún resultado negativo de las elecciones en relación con el proceso de mediación en sí. (Trabajaremos) hasta el último momento y no renunciaremos a nuestro papel” de mediadores, declaró el funcionario, a la par que adelantó que seguirá buscando el apoyo de la comunidad internacional y, principalmente, regional.
Las palabras de Doha llegaron en medio de las nuevas conversaciones por una posible tregua entre el grupo terrorista palestino y el gabinete de Benjamin Netanyahu, a más de un año del inicio de los combates.
Este domingo, en medio de los encuentros entre el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi; el jefe del Mossad israelí, David Barnea; el director de la CIA, Bill Burns; y el primer ministro qatarí, Mohammed bin Adbulrahman Al Thani, se conoció que las partes están evaluando una propuesta que contempla un alto el fuego de dos días en Gaza para realizar un intercambio de cuatro rehenes israelíes por prisioneros palestinos.
La idea de esta instancia, que será breve, es que las partes recobren la confianza, tras meses de intentos fallidos y escaladas de tensiones, y conseguir una nueva base, más sólida, que permita avanzar de cara a un acuerdo de paz más amplio. Esta segunda etapa de negociaciones duraría diez días y comenzaría tras el intercambio inicial.
Se trata de “un nuevo esquema unificado que combina propuestas anteriores y, también, toma en cuenta los principales temas y desarrollos recientes en la región”, según un comunicado.
Occidente ha señalado en varias oportunidades ser optimista de que los equipos negociadores consigan un acuerdo, especialmente en estos momentos en los que Yahya Sinwar -quien era visto como el principal obstáculo de las conversaciones- ya no está al frente del grupo terrorista.
De hecho, Hamas adelantó de forma indirecta por medio de declaraciones a medios que consideraría la propuesta si se ajusta a sus exigencias planteadas el 2 de julio y si se incluyen garantías de que será el primer paso de un acuerdo más global.
No obstante, al interior del gabinete israelí varios funcionarios han manifestado su oposición a la idea, entre ellos el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y su homólogo de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, aunque el propio Netanyahu anunció que estaría dispuesto a aceptar lo planteado si los mediadores le acercan formalmente la propuesta.
“En los próximos días continuarán las conversaciones entre los mediadores y con Hamas para examinar la viabilidad de las conversaciones y seguir intentando promover un acuerdo”, informó la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.
De todas formas, Tel Aviv y Washington siguen explorando en paralelo formas de rebajar la tensión en la región, tanto en Gaza como en El Líbano, desde donde opera Hezbollah. En las últimas horas, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, conversó con su homólogo Yoav Gallant y abordó con él “oportunidades para una desescalada regional” que permita “a los civiles libaneses e israelíes regresar de forma segura a sus hogares a ambos lados de la frontera, así como un acuerdo para la liberación de los rehenes y un alto el fuego en Gaza”.
(Con información de Europa Press)