Rusia está reteniendo información climática clave en el Ártico

Según informes de la OTAN, desde la invasión a Ucrania que el gobierno ruso ha dejado de compartir datos científicos fundamentales para mitigar el cambio climático

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Foto de archivo: Serguei Lavrov y Anthony Blinken, ministros exteriores de Rusia y Estados Unidos respectivamente, reunidos en un foro del Consejo Ártico. (Saul Loeb/Pool via REUTERS)
Foto de archivo: Serguei Lavrov y Anthony Blinken, ministros exteriores de Rusia y Estados Unidos respectivamente, reunidos en un foro del Consejo Ártico. (Saul Loeb/Pool via REUTERS)

Rusia ha dejado de compartir datos climáticos críticos del Ártico, lo que podría afectar la precisión de los modelos de cambio climático, según advirtió la OTAN. Esta situación se enmarca en una campaña de desinformación más amplia contra Occidente, informó el Financial Times. La falta de información podría obstaculizar la capacidad de los científicos para evaluar el calentamiento global en una de las regiones más afectadas del planeta.

El Ártico, conocido como el “refrigerador de la Tierra”, se está calentando a un ritmo al menos tres veces superior al promedio mundial. La región es de altísima importancia estratégica y geopolítica, y la falta de datos podría complicar la elaboración de políticas efectivas para mitigar el cambio climático. Según un funcionario de la OTAN, sin esta información, los modelos climáticos no serán tan eficaces como podrían ser, lo que afecta la toma de decisiones sobre la reducción de emisiones.

La red de 95 bases que recopila datos en el Ártico ha visto 21 de ellas (las rusas) “en pausa”, según la Red Internacional de Investigación y Vigilancia Terrestre en el Ártico. Rusia dejó de compartir datos tras la invasión de Ucrania en febrero de 2022. La OTAN sostiene que Rusia, uno de los mayores productores de petróleo y gas, podría perder peso a medida que las economías occidentales se alejan de los combustibles fósiles.

El deshielo del Ártico podría abrir nuevas rutas para la flota naval rusa, y Moscú ha invertido en rompehielos y fragatas para proteger su arsenal nuclear en la península de Kola. La OTAN advirtió que el deshielo ofrece nuevas oportunidades, pero también vulnerabilidades si no se controla adecuadamente.

Foto de archivo: El rompehielos nuclear ruso Arktika realiza pruebas de navegación en el Golfo de Finlandia en el mar Báltico. (Nikita Greydin/Baltic Shipyard/Handout via REUTERS)
Foto de archivo: El rompehielos nuclear ruso Arktika realiza pruebas de navegación en el Golfo de Finlandia en el mar Báltico. (Nikita Greydin/Baltic Shipyard/Handout via REUTERS)

La política ártica de Rusia se centra en la explotación de los recursos naturales de la región, el petróleo, gas y minerales, y el desarrollo de rutas marítimas, especialmente la Ruta del Mar del Norte. Rusia tiene una fuerte presencia militar e infraestructura para asegurar su control sobre el Ártico. Además, Moscú invierte en investigaciones científicas para priorizar sus reclamos sobre el territorio en vez de buscar la cooperación internacional.

Los datos climáticos son enviados por países de todo el mundo a organismos como la Organización Meteorológica Mundial. Estos datos son fundamentales para los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU. La directora de la OMM, Celeste Saulo, confirmó que Rusia comparte algunos datos, pero no todos, debido al conflicto en curso en Ucrania.

La OTAN ha criticado a Rusia por obstaculizar las negociaciones internacionales sobre el clima, especialmente en la eliminación de combustibles fósiles. Estas críticas se producen antes de la cumbre COP29 de la ONU en Bakú, donde se discutirá una respuesta global al cambio climático.

Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que el país está “plenamente preparado” para un conflicto con la OTAN en el Ártico. Lavrov declaró que el Ártico no es territorio de la Alianza del Atlántico Norte.

Desde la invasión de Rusia a Ucrania hay tensión en el Consejo Ártico porque los rusos retienen información de sus bases de investigación científica. (Mandel Ngan/Pool via REUTERS)
Desde la invasión de Rusia a Ucrania hay tensión en el Consejo Ártico porque los rusos retienen información de sus bases de investigación científica. (Mandel Ngan/Pool via REUTERS)

La tensión en el Ártico se ha intensificado desde que Finlandia y Suecia se unieron a la OTAN, convirtiéndose en los miembros 31º y 32º de la alianza. Rusia suspendió los pagos al Consejo Ártico tras la invasión de Ucrania, aunque se ha reanudado cierta cooperación.

El Consejo Ártico es un foro intergubernamental dedicado a promover la cooperación, coordinación e interacción entre los Estados del Ártico, con especial atención a temas de desarrollo sostenible y protección del medio ambiente en la región. Fue establecido en 1996 y está compuesto por ocho países miembros: Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.

A excpeción de Rusia, el resto de los miembros son todos países de la OTAN, por lo que el territorio ártico es uno de los escenarios donde los rusos se “enfrentan a Occidente”, aunque sea de manera indirecta.

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