La agencia de noticias iraní Fars confirmó este sábado por la madrugada los ataques israelíes en el país, precisamente en las cercanías de la capital Teherán.
La cadena semioficial informó que varias bases militares en las inmediaciones de Teherán habían sido blanco de estas maniobras, que ocurrieron en represalia por la oleada de misiles lanzada contra Tel Aviv el pasado 1 de octubre. Asimismo, el canal de televisión estatal precisó que fueron al menos seis las explosiones en la zona aunque, según la agencia Tasnim, ningún complejo de la Guardia Revolucionaria sufrió daños producto de estas acciones.
“Seis fuertes estallidos, similares al sonido de explosiones, se escucharon en zonas de Teherán”, las describieron.
Por su parte, un periodista de la cadena Al Mayadeen sumó que los sistemas de defensa antiaérea habrían interceptado parte de los misiles, por lo que la maniobra se considera -de momento- de alcance limitado.
Gracias a ello, la prensa local negó que se produjeran incendios o explosiones en una refinería clave de la zona. “No hay informes de incendios o explosiones en una refinería de Teherán”, apuntó Tasnim.
Este sábado por la madrugada, el Ejército de Israel confirmó el inicio de la represalia que, desde el 1 de octubre, llevaba prometiendo contra el régimen persa. En un breve mensaje de video, el portavoz militar Daniel Hagari señaló que “en respuesta a meses de continuos ataques del régimen de Irán contra el Estado de Israel, en este momento, las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán”.
“Nuestras capacidades defensivas y ofensivas están plenamente movilizadas”, aseguró, a la par que recordó al mundo que “el régimen de Irán y sus apoderados en la región han estado atacando implacablemente a Israel desde el 7 de octubre, en siete frentes, incluyendo ataques directos desde suelo iraní”.
“Como cualquier otro país soberano del mundo, el Estado de Israel tiene el derecho y el deber de responder”, destacando que “haremos todo lo que sea necesario para defender al país y al pueblo”, insistió en ese sentido.
La secuencia, que fue coordinada previamente con Estados Unidos, fue monitoreada desde un bunker cerca de la base militar de Kirya en Tel Aviv por el primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant, el general Herzi Halevi, el jefe de la Fuerza Aérea, general Tomer Bar, y demás funcionarios del Ejército.
Según los reportes iniciales, la ofensiva se ajustó a los límites acordados con la Casa Blanca, que elaboró una estrategia minuciosa que permitiera a Israel enviar un mensaje al régimen persa, evitando una escalada regional significativa. Así, los objetivos de las maniobras se limitaron a sitios militares, en lugar de instalaciones petroleras o nucleares como se había rumoreado en un primer momento.
Desde la Casa Blanca, reconocieron las maniobras israelíes pero tomaron distancia de su involucramiento en ellas. “Entendemos que Israel está llevando a cabo ataques selectivos contra objetivos militares en Irán como un ejercicio de autodefensa y en respuesta al ataque con misiles balísticos de Irán contra Israel el 1 de octubre. Los remitimos al Gobierno israelí para más información sobre su operación”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Sean Savett, sin brindar mayores detalles al respecto.