Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron este jueves el descubrimiento y desmantelamiento de un túnel perteneciente a las fuerzas de élite Radwan de Hezbollah en el sur del Líbano, en medio de una escalada significativa del conflicto con decenas de cohetes lanzados por el grupo terrorista hacia territorio israelí.
“El túnel subterráneo fue encontrado dentro de una casa civil, que servía como instalación de almacenamiento de armas en una aldea en el sur del Líbano”, indicó un comunicado militar israelí.
Las FDI difundieron material audiovisual que, según afirman, muestra el interior del túnel con armas almacenadas, así como vistas aéreas de los ataques.
La revelación del túnel coincide con una intensificación de las hostilidades en la región. Este mismo jueves, Hezbollah lanzó más de 80 cohetes contra el norte de Israel en una serie de ataques coordinados que dejaron al menos cuatro heridos y causaron daños significativos en varias comunidades. La ofensiva incluyó dos oleadas principales: la primera, de aproximadamente 50 proyectiles, fue dirigida contra una “base de la industria de defensa” en el área de Nahariya, mientras que la segunda, de unos 30 cohetes, se concentró en la ciudad norteña de Safed.
Por su parte, la aviación israelí ha llevado a cabo 17 bombardeos en los suburbios sur de Beirut, considerados bastión de Hezbollah, según informó la Agencia de Noticias. Las FDI también han atacado más de 160 objetivos militares de Hezbollah en las últimas 24 horas, incluyendo lanzaderas de proyectiles y almacenes de armamento, resultando en la muerte de aproximadamente 20 milicianos.
Los enfrentamientos continúan además en múltiples frentes. La agencia libanesa reportó bombardeos en la región de Tiro y Bint Jbeil, así como un ataque con dron en la autopista que conecta Beirut con Damasco. También se registraron combates en las ciudades fronterizas de Ramia y Ayta ash Shab, estos últimos confirmados por Hezbollah.
Israel ha intensificado significativamente sus operaciones militares en el Líbano desde el 23 de septiembre, seguido por una incursión terrestre el 1 de octubre en el sur del país. El objetivo declarado de estas operaciones es permitir el regreso de aproximadamente 60.000 residentes israelíes evacuados del norte del país debido a los continuos ataques con cohetes desde territorio libanés durante el último año.
El costo humano del conflicto continúa aumentando. Desde el inicio de la escalada en septiembre, al menos 1.552 personas han perdido la vida en el Líbano, según datos oficiales. La crisis humanitaria se ha agravado con casi 800.000 desplazados en el país, según datos de la ONU.
En respuesta a esta situación, una conferencia internacional celebrada en París logró recaudar más de 800 millones de dólares en ayuda humanitaria para el Líbano, según anunció el canciller francés, Jean-Noël Barrot.
Desde el inicio de las hostilidades hace más de un año, el conflicto ha cobrado la vida de más de 2.500 libaneses, de los cuales Israel asegura que más de un millar son terroristas. Del lado israelí, se reportan 60 víctimas mortales, incluyendo 28 civiles.
Las autoridades locales en las comunidades del norte de Israel mantienen un alto estado de alerta, y los residentes han sido instruidos para permanecer cerca de los refugios antiaéreos mientras continúa la amenaza de nuevos ataques desde territorio libanés. Mientras tanto, la población civil en ambos lados de la frontera sigue sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece estar lejos de alcanzar una resolución
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