Hezbollah lanzó este jueves más de 80 cohetes contra el norte de Israel en una serie de ataques coordinados que dejaron al menos cuarto heridos y causaron daños significativos en varias comunidades, en lo que representa una de las ofensivas más intensas del grupo terrorista en las últimas semanas.
La escalada comenzó en las primeras horas de la mañana cuando las sirenas antiaéreas resonaron en la ciudad costera de Nahariya. Según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), aproximadamente 50 cohetes fueron detectados cruzando la frontera desde el Líbano hacia las regiones de la Alta Galilea y Galilea Occidental. Un proyectil impactó una carretera cerca de la aldea de Klil, dejando cuatro personas heridas, según confirmaron los servicios de emergencia israelíes.
La situación se intensificó cuando, aproximadamente una hora después, Hezbollah lanzó una segunda oleada significativa de cohetes. Testigos en la ciudad de Safed documentaron las columnas de humo resultantes de la interceptación de al menos dos docenas de proyectiles. Las autoridades militares israelíes confirmaron que esta oleada consistió en aproximadamente 30 cohetes.
En Netiv Hashayara, una comunidad agrícola cerca de Nahariya, en el Moshav, uno de los cohetes impactó directamente en una vivienda, causando daños estructurales significativos. Las imágenes del lugar muestran un gran cráter y destrucción considerable en la residencia, aunque no se reportaron víctimas en este incidente.
La ciudad de Acre y sus alrededores también se vieron afectados por los ataques. El FDI informó que dos cohetes procedentes del Líbano impactaron en áreas abiertas cerca de la zona industrial de la ciudad, mientras las sirenas de alerta continuaban sonando en la región.
Hezbollah emitió un comunicado reivindicando dos grandes oleadas de cohetes. La primera, de aproximadamente 50 proyectiles, fue dirigida específicamente contra lo que el grupo describió como una “base de la industria de defensa” en el área de Nahariya. La segunda oleada se concentró en la ciudad norteña de Safed, donde según medios locales decenas de cohetes fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes. El grupo terrorista afirmó que este último ataque fue una respuesta directa a las operaciones militares israelíes en territorio libanés.
Como respuesta a estos ataques, las FDI informaron haber atacado más de 160 objetivos militares de Hezbollah en el último día, incluyendo lanzaderas de proyectiles y almacenes de armamento, resultando en la muerte de aproximadamente 20 milicianos. “Las Fuerzas de Defensa de Israel continúan con sus ataques terrestres limitados, localizados y selectivos contra la organización terrorista Hezbollah en el sur del Líbano”, indicó un comunicado militar.
En los suburbios meridionales de Beirut (Dahye), considerados bastión de Hezbollah, las fuerzas israelíes también han intensificado sus bombardeos contra lo que describen como instalaciones y fábricas de armas del grupo. Las FDI acusan a Hezbollah de ubicar estratégicamente estas instalaciones dentro y debajo de edificios civiles en áreas densamente pobladas, lo que ha provocado un éxodo masivo de la población local.
Los ataques de hoy se producen en el marco de un conflicto que se ha intensificado significativamente desde su inicio el 7 de octubre de 2023, cuando Hezbollah comenzó sus operaciones contra Israel “en solidaridad” con Gaza. La situación escaló dramáticamente a finales de septiembre, cuando Israel intensificó sus bombardeos y ataques contra altos cargos de Hezbollah, seguido por una incursión terrestre el 1 de octubre en el sur del Líbano.
Desde el inicio de las hostilidades hace más de un año, el conflicto ha cobrado la vida de más de 2.500 libaneses, de los cuales Israel asegura que más de un millar son milicianos. Del lado israelí, se reportan 60 víctimas mortales, incluyendo 28 civiles.
Las autoridades locales en las comunidades del norte de Israel mantienen un alto estado de alerta, y los residentes han sido instruidos para permanecer cerca de los refugios antiaéreos mientras continúa la amenaza de nuevos ataques desde territorio libanés.