La Fuerza Aérea de Turquía atacó este miércoles objetivos de militantes kurdos en el norte de Irak y Siria en aparente represalia por un atentado contra una importante empresa estatal de defensa en el que murieron cinco personas y más de 20 resultaron heridas.
El ministerio de Defensa turco dijo que más de 30 objetivos fueron “destruidos” en la ofensiva aérea, sin proporcionar detalles sobre los lugares que fueron golpeados. Se tomaron “todo tipo de precauciones” para evitar daños a la población civil.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país árabe, señaló que se registraron ataques en Kobane, en la gobernación de Alepo, donde al menos dos personas resultaron heridas.
El bombardeo se produjo horas después de que presuntos militantes kurdos detonaran explosivos y abrieran fuego contra la empresa aeroespacial y de defensa TUSAS. Los dos atacantes -un hombre y una mujer- también murieron, dijo el ministro del Interior, Ali Yerlikaya. Al menos 22 personas, entre ellas siete miembros del personal de seguridad, resultaron heridas durante el atentado.
Yerlikaya dijo que se creía que militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, estaban detrás del ataque en la empresa de defensa. El ministro de Defensa, Yasar Guler, también señaló al PKK.
“A estos canallas del PKK les damos siempre el castigo que se merecen. Pero nunca entran en razón”, dijo Guler. “Los perseguiremos hasta eliminar al último terrorista”.
Turquía lleva a cabo regularmente ataques aéreos contra el PKK -que tiene un punto de apoyo en Irak- y contra un grupo miliciano kurdo en Siria que está afiliado a esos militantes.
El PKK no se ha pronunciado al respecto.
El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) y extremistas de izquierda también han perpetrado atentados en Turquía en el pasado.
“Condeno este atroz ataque terrorista”, dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan durante una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin al margen de una reunión de los BRICS en Rusia.
Putin ofreció sus condolencias. Un comunicado de la embajada estadounidense dijo que Washington “condena enérgicamente el ataque terrorista de hoy”.
TUSAS diseña, fabrica y ensambla aviones civiles y militares, vehículos aéreos no tripulados y otros sistemas espaciales y de la industria de defensa. Sus drones han sido fundamentales para que Turquía gane ventaja en su lucha contra los militantes kurdos.
El ataque se produjo un día después de que el líder del partido nacionalista de extrema derecha de Turquía, aliado de Erdogan, planteara la posibilidad de conceder la libertad condicional al líder encarcelado del PKK si renuncia a la violencia y disuelve su organización.
El grupo liderado por Abdullah Ocalan lucha por la autonomía en el sureste de Turquía en un conflicto que ha matado a decenas de miles de personas desde la década de 1980. Turquía y sus aliados occidentales lo consideran un grupo terrorista.
El partido político prokurdo del país, que también condenó el atentado de TUSAS, señaló que se había producido en un momento en que había surgido la posibilidad de un diálogo para poner fin al conflicto.
Los medios de comunicación turcos dijeron que los asaltantes llegaron el miércoles a la entrada del complejo TUSAS en un taxi. Los asaltantes, que portaban armas de asalto, detonaron un artefacto explosivo junto al taxi, lo que provocó el pánico y les permitió entrar.
Una de las víctimas fue identificada como la ingeniera mecánica Zahide Guclu, que había acudido a la entrada a recoger unas flores enviadas por su marido, informó la agencia estatal Anadolu.
El taxista también fue asesinado por los asaltantes y su cadáver fue encontrado en el maletero del vehículo, informó la agencia.
(Con información de AP y EP)