La capital de Cuba estaba paralizada en gran medida el lunes y el resto de la isla se preparaba para la cuarta noche de un apagón masivo que ha generado un puñado de pequeñas protestas y una severa advertencia del régimen de que cualquier disturbio será castigado.
El huracán Oscar atravesaba la costa oriental de la isla con vientos y fuertes lluvias tras una noche en la que se produjeron protestas de varias decenas de personas en barrios urbanos como Santos Suárez y el centro de La Habana.
Algunos golpeaban cacerolas en las calles, mientras otros se manifestaban desde sus balcones. Los manifestantes que dijeron no tener agua bloquearon al menos una calle con basura.
El régimen cubano tiene poca tolerancia con la desobediencia civil y el dictador Miguel Díaz-Canel advirtió el domingo en la televisión nacional que “no vamos a permitir ningún vandalismo, ni que nadie perturbe la tranquilidad de la gente”.
El prolongado apagón en todo el país siguió a un apagón masivo el jueves por la noche, parte de los problemas energéticos que llevaron a las mayores protestas en Cuba en casi 30 años, en julio de 2021. Esas fueron seguidas por protestas locales más pequeñas en octubre de 2022 y marzo de 2024.
Todo forma parte de una profunda crisis económica que ha provocado el éxodo de más de medio millón de cubanos a Estados Unidos, con miles más dirigiéndose a Europa. Esto ha provocado una reducción de la disponibilidad de alimentos racionados para los que no se marchan.
La energía sigue siendo relativamente barata, pero cada vez menos disponible. El gobierno cubano ha dicho que está produciendo 700 megavatios cuando la demanda máxima puede alcanzar los 3 gigavatios. Alrededor del 50% de La Habana tiene energía intermitente.
El ministro de Energía, Vicente de la O Levy, dijo en una conferencia de prensa que esperaba que se restableciera una electricidad más fiable el lunes o el martes por la mañana, pero que las clases permanecerían cerradas al menos hasta el jueves.
Dijo que Oscar, que tocó tierra en la costa oriental el domingo por la noche, traerá “un inconveniente adicional” para la recuperación de Cuba, ya que tocará una “región de fuerte generación (de electricidad)”. En la zona se encuentran centrales eléctricas cubanas clave, como Felton, en la ciudad de Holguín, y Renté, en Santiago de Cuba.
Oscar se debilitó posteriormente hasta convertirse en tormenta tropical, pero se pronosticaba que sus efectos persistirían en la isla el lunes.
Muchos de los 2 millones de habitantes de La Habana recurrieron a cocinar con cocinas de leña improvisadas en las calles antes de que sus alimentos se echaran a perder en los frigoríficos.
Entre lágrimas, Ylenis de la Caridad Nápoles, madre de una niña de 7 años, dijo que está llegando a un punto de "desesperación".
La avería de la central Antonio Guiteras el viernes fue el último problema con la distribución de energía en un país donde la electricidad se ha restringido y rotado entre diferentes regiones en diferentes momentos. El estado de las demás centrales eléctricas de Cuba no estaba claro.
Algunos cubanos, como Rosa Rodríguez, llevaban cuatro días sin electricidad. naderías que pudieron reabrir.
Algunos cubanos, como Rosa Rodríguez, llevaban cuatro días sin electricidad. ”Tenemos millones de problemas y ninguno está resuelto”, dijo Rodríguez. “Tenemos que venir a por pan, porque la panadería local está cerrada, y lo traen de otro sitio”.
El apagón fue considerado el peor de Cuba desde que el huracán Ian azotó la isla como tormenta de categoría 3 en 2022 y dañó las instalaciones eléctricas. El gobierno tardó días en repararlas.
El régimen cubano anunció medidas de emergencia para recortar la demanda de electricidad, incluyendo la suspensión de clases escolares y universitarias, el cierre de algunos centros de trabajo estatales y la cancelación de servicios no esenciales.
Las autoridades locales dijeron que el apagón se debió al aumento de la demanda de las pequeñas y medianas empresas y de los aires acondicionados residenciales. Posteriormente, el apagón empeoró debido a averías en viejas centrales termoeléctricas que no han recibido el mantenimiento adecuado y a la falta de combustible para hacer funcionar algunas instalaciones.
El ministro de Energía cubano afirmó que la red eléctrica del país estaría en mejores condiciones si no se hubieran producido otros dos apagones parciales mientras las autoridades intentaban reconectar el sábado. De la O Levy también dijo que México, Colombia, Venezuela y Rusia, entre otras naciones, se habían ofrecido a ayudar.
Esta situación energética se enmarca en una severa crisis económica que ha impactado duramente a la población, manifestándose en el desabastecimiento, la inflación y los frecuentes apagones.
El reclamo de energía fue uno de los principales motivos detrás de las protestas de julio de 2021, las más significativas en Cuba en casi tres décadas. Además, se produjeron otras manifestaciones, más pequeñas y localizadas, en octubre de 2022 y marzo de 2024.
El domingo, el dictador Miguel Díaz-Canel reconoció el descontento de la población debido a la falta de electricidad. “Hay toda una capacidad desde el partido y otras organizaciones para dar respuesta a las inquietudes de la población, siempre que sea de manera decente, organizada, civilizada y disciplinada”, afirmó. Sin embargo, amenazó con aumentar la represión en contra de quienes protesten por el apagón total en la isla, advirtiendo que no se tolerarán actos vandálicos ni intentos de alterar la tranquilidad ciudadana.
(Con información de AP)