Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron, así como el primer ministro británico, Keir Starmer y el canciller alemán, Olaf Scholz, han remarcado este viernes desde Berlín su apoyo a Ucrania, si bien han evidenciado diferencias con respecto al plan de Volodomir Zelensky para poner fin a la guerra.
El propio Biden ya reconoció antes de reunirse con el resto de líderes que no había consenso con respecto a levantar las restricciones que le ha impuesto a Ucrania para usar según qué armamento y contra qué posiciones rusas, precisamente uno de los puntos clave del ‘plan de victoria’ de Zelensky.
Este documento ha sido objeto de estudio de manera conjunta por parte de los líderes en una reunión que se ha celebrado en la capital alemana, después de que Zelensky ya se presentara de manera individual semanas atrás.
Zelensky ha reconocido este mismo viernes ante los medios de su país que otro de los puntos de fricción es la entrada de Ucrania en la OTAN, con una Alemania que se ha mostrado “escéptica”, según palabras del presidente ucraniano, mientras que si dependiera solo de Estados Unidos, “nunca ha estado tan cerca” esa adhesión.
Dicha reunión, según los comunicados de los respectivos gobiernos, ha servido para insistir en su apoyo incondicional a Ucrania, condenar la “agresión” rusa y discutir cómo proceder con los activos rusos congelados y que se acordó entregar a las autoridades ucranianas para llevar a cabo las primeras reparaciones de guerra.
Esta semana Zelensky presentó en Bruselas en la última cumbre de líderes de la UE su ‘plan de victoria’, que gira principalmente en una posible invitación inmediata para ingresar en la OTAN y desplegar armamento táctico en territorio ucraniano como garantías de seguridad para evitar otra acción militar de Rusia.
Por otro lado, los cuatros líderes han analizado también los últimos acontecimientos de la crisis de Oriente Próximo, que giran alrededor de la muerte este miércoles del jefe de Hamas, Yahya Sinwar, en un operativo de las fuerzas israelíes en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Coinciden en que este último suceso puede servir para acelerar tanto la liberación del centenar de rehenes que siguen bajo cautiverio de Hamas, como el fin de la guerra. Asimismo, han expresado su preocupación por la escalada del conflicto con los enfrentamientos entre Israel e Irán, así como con Hezbollah en Líbano.
(Con información de Europa Press)