Hezbollah amenazó este martes a Israel con más ataques sobre todo su territorio, luego de lanzar una nueva ola de misiles contra el norte del país, en señal de represalia por las recientes ofensivas de las Fuerzas de Defensa en El Líbano.
El ejército israelí dijo que alrededor de 50 proyectiles fueron disparados desde Líbano contra el norte del país a primera hora del miércoles, sin que se informara de víctimas.
“Algunos de los proyectiles fueron interceptados y se identificaron proyectiles caídos en la zona”, indicó un comunicado militar, mientras que Hezbolá dijo haber lanzado “una gran salva de misiles” contra la ciudad de Safed.
“Ya que el enemigo israelí apuntó contra todo Líbano, tenemos derecho, desde una posición defensiva, a apuntar contra cualquier lugar, ya sea el centro, el norte o el sur” del país, dijo en su discurso el número dos de la formación chiíta, Naim Qassem, en el que también mencionó que si bien el grupo considera que “la solución” a la guerra es “un alto el fuego”, de ninguna manera permitirá que sean “derrotados”.
Previamente, Hezbollah había reivindicado varias ofensivas lanzadas contra el Estado judío, como por ejemplo una “salva de cohetes” contra la ciudad de Safed y una base militar cercana, y un ataque contra “tres topadoras y un tanque” del Ejército israelí en el sur del Líbano, que acabaron incendiados.
Estas acciones se dieron en respuesta a las operaciones terrestres que el gabinete de guerra liderado por Benjamin Netanyahu ordenó el pasado 23 de septiembre en el país vecino, en las que cientos de terroristas han sido eliminados e, inclusive, algunos han sido capturados y trasladados para su posterior interrogatorio.
Imágenes registradas por las cámaras corporales de la brigada Nahal, bajo el mando de la División 91, expusieron en las últimas horas algunos de estos enfrentamientos cuerpo a cuerpo que los soldados libran contra los terroristas en zonas rurales. También, estas maniobras permitieron la neutralización de decenas de armas y suministros varios, así como de almacenes, pozos, infraestructuras subterráneas y hogares desde donde operaban los combatientes pro iraníes.
A la par, las FDI han iniciado ya ofensivas sobre objetivos precisos en el norte del país vecino, tal como ocurrió este lunes en la ciudad de Aitou -de mayoría cristiana- donde 21 personas murieron y ocho resultaron heridas, según el balance brindado por la Cruz Roja.
Ante este avance, el primer ministro libanés, Najib Mikati, abogó por una solución diplomática al conflicto y aseguró que está dispuesto a reforzar la presencia de sus tropas en la zona fronteriza con Israel a cambio de un “alto el fuego”. Sin embargo, Netanyahu se mantiene firme en su promesa de permitir a los 60.000 israelíes desplazados regresar a sus hogares y, por tanto, sostuvo que un cese de los combates “unilateral no cambiaría la situación de seguridad”.
Por el contrario, prometió que su Ejército seguirá atacando “sin piedad a todo Hezbollah en todo El Líbano, también en Beirut”.
“Quiero ser claro: continuaremos atacando sin piedad a Hezbollah en todas las partes del Líbano, incluida Beirut”, dijo antes de insistir en que se trata de una campaña fundamental para su país ya que está destinada “contra el eje del mal de Irán”.
Israel evalúa su respuesta al régimen persa
Mientras las FDI siguen con su estrategia bélica contra Hezbollah y Hamas en la Franja de Gaza, el gabinete de guerra sigue evaluando qué respuesta ordenar tras el ataque lanzado por Teherán el 1 de octubre, con cerca de 200 misiles.
Este martes, Netanyahu conversó con el presidente estadounidense, Joe Biden, con quien discute a menudo el desarrollo de la guerra y, según sugirieron funcionarios de la Casa Blanca, habría descartado ataques a sitios nucleares o petroleros persas, como se había rumoreado en un momento.
No obstante, el Ejecutivo israelí se limitó a valorar y “escuchar las opiniones de Estados Unidos”, que lo había disuadido de dichas opciones pero reiteró que “tomaremos nuestras decisiones finales, basándonos en nuestros intereses nacionales”, por lo que un cambio de circunstancias podría ser suficiente para anular esta garantía.
(Con información de AFP)